La campaña por la gubernatura del Estado de México va a entrar en la recta final y ha resultado francamente insípida con dos contendientes que no terminan por prender al electorado.
Van de municipio en municipio, lanzan mensajes por redes sociales, y en las plazas públicas se hacen promesas que seguramente no podrán cumplir para una ciudadanía que todos los días sufren violencia, mal transporte, territorios perdidos a manos del narcotráfico y una larga lista de problemas que no han sido solucionados en 90 años de priismo anquilosado. Tampoco los de Texcoco viven en un paraíso.
Así llegamos a la parada obligada del segundo debate entre Delfina Gómez y Alejandra del Moral. Parece que la ventaja de la profesora será definitiva sobre la priista. Aquí se lo dije, para bajarle puntos a Delfina deben presentarle cosas negativas, un escándalo mayor, pero con pruebas. Poca mella le hace aquello de los diezmos que cobró a los trabajadores texcocanos y la sospecha que existe en la SEP. Es decir, la gente ya la percibe como corrupta y lo aceptan; ya perdió el gas que tenía que perder.
Mientras que Alejandra del Moral no puede desprenderse del estigma de corrupción que les dejó el sexenio de Enrique Peña Nieto como gobernador y luego presidente de la República. Los mexiquenses te lo dicen, perciben que ella fue escogida por Alfredo del Mazo para entregar el Estado de México a López Obrador y su 4T como sucedió con Hidalgo, Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala y Sonora.
Incluso se habla que Del Mazo Maza ya tendría apalabrada una embajada para irse a despachar, por perder el último bastión de los tricolores, como los exgobernadores Quirino Ordaz o Claudia Pavlovich.
La parada obligada y la última oportunidad para que Alejandra del Moral se acerque a Delfina es el segundo debate. Las mediciones dan 15 puntos porcentuales de distancia entre ambas. Ya no importa quién ganó el primer debate porque no se reflejó claramente en las mediciones. Aunque la maestra fue profundamente torpe, Del Moral no lo aprovechó del todo.
Aquel ejercicio fue una calca de la participación de López Obrador en 2018, que hasta el saludo le negó a Ricardo Anaya. Se cansó de repetir que eran corruptos y que ya se iban del poder. Habló del pueblo bueno y del hartazgo, eso lo volverá a aplicar la de Texcoco.
Luego del segundo round, que se puede anticipar que ganará Alejandra del Moral porque tiene más recursos discursivos, hay que enfilarse a los cierres de campaña. Quedarán quince días para convencer de todas las formas, las lícitas y las ilícitas que conocen bien en los dos partidos.
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Las redes sociales están inundadas de videos donde se ven a funcionarios de Morena de todo el país haciendo campaña, han usado hasta vehículos oficiales. Aquí también le dije: Claudia Sheinbaum dispuso de un grupo cercano para que fueran a los municipios cercanos a convencer y ahora le puedo decir que desde este fin de semana van a redoblar los esfuerzos en Atizapán, Cuautitlán, Tlalnepantla y Naucalpan.
También me cuentan que operadores del lado de Alejandra del Moral harán su trabajo para Morena, algunos ya lo acordaron con el equipo de campaña de la profesora. Luego vendrá el día de la elección donde veremos de todo. Ambos bandos mostrarán sus peores mañas, unos para quedarse y otros para adueñarse del Estado de México. En Palacio se frotan las manos… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Porfirio Muñoz Ledo hizo un llamado a Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal para formar una nueva corriente que los catapulte como una verdadera opción rumbo a la sucesión del próximo año. ¿Aceptarán o seguirán como segundones?
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