El crimen organizado actúa en el ámbito electoral. Tan es así, que el Tribunal Electoral ordenó al INE el adoptar una serie de medidas para hacer frente a esa problemática.
Las elecciones del 2021 fueron una suerte de parteaguas en ese sentido porque se documentó la participación de crimen organizado, aunque sus alcances no significaron una variación ante los resultados de la contienda, donde triunfó el partido Morena.
Sin embargo, lo que ocurrió fue grave, al grado de que en la sentencia SUP-JRC-166/2021 y sus acumulados, se haya tenido que estipular la necesidad de hacer algo y de manera urgente.
Los magistrados ordenaron celebrar convenios de coordinación con las autoridades de seguridad pública y electorales, generar mapas de riesgo, crear filtros de investigación, elaborar un protocolo como guía de actuación, realizar foros y consultas y reglamentar la facultad de atracción preferente.
Por ello es por lo que el INE elaboró el “Protocolo para prevenir riesgos en los próximos procesos electorales”, en el que se retoman algunos de estos aspectos, aunque todavía hay un trecho por recorrer.
Hace uno días, en seminario realizado en el TEPJF en coordinación con la revista Voz y Voto que dirige Jorge Alcocer, el diputado Rubén Moreira hizo un llamado para profundizar el sentido de las recomendaciones de la Sala Superior, ya que son un mapa de ruta que puede funcionar en la medida en que no existan las condiciones para legislar con puntualidad sobre el tema de la violencia en el contexto electoral.
El ex gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, quien además fungió como secretario general del INE en los años noventa, advirtió que son pocos los representantes populares que estén haciendo énfasis en los riesgos que para democracia implica la irrupción de la criminalidad.
Respecto a Michoacán, conviene recordar, que el senador Cristóbal Arias, quien buscó la candidatura a la gubernatura por Fuerza por México, advirtió, que había regiones en el estado donde era imposible realizar campaña, porque los grupos de la delincuencia lo impedían.
Decía el diputado Moreira que el crimen organizado es como un elefante en medio de sala. Es imposible no verlo, y hay que tomar cartas en el asunto, ya que su presencia es el riesgo mayor para el sistema democrático.
Propone, quien coordina a los diputados del PRI, que todos los partidos se pronuncien con claridad y sin matices contra los grupos criminales y que participen observadores internacionales en las regiones más problemáticas.
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Pareciera que ello es sencillo, pero hasta ahora no ha ocurrido, porque una mezcla de miedo e intereses lo impiden.
Más vale hacer algo, en 2024 se realizará la elección más grande de la historia del país y los candidatos a puestos de elección serán miles. Solo con anticipación y con información de calidad es que se podrá salir airosos de un reto que se desarrollará, por si fuera poco, en un ambiente de alta polarización, lo que aumenta los factores de riesgo.
