Se burlaron de la titular de la Secretaría de Turismo, Saymi Pineda, porque dijo que en la Ciudad de Oaxaca esperamos mucha «visitación» de turistas. Y lo correcto es «visita» o «visitas» pero, comprendan, la nueva encargada del Turismo estaba muy nerviosa al declarar a tantos medios, era algo nuevo para ella y, aunque no lo crean, no estaba tan errada. De hecho, en las tradiciones católicas, a la visita de María a su prima Isabel se le llama, hasta ahora, «La Visitación», y no veo que se burlen de los párrocos y los creyentes católicos.
AMLO habla «con la s» (dijistes, llevastes) pero ha leído más libros que quienes se burlan de él por eso. También, el mandatario federal dice «Nefli» en lugar de Netflix pero es uno de los mejores presidentes de la historia no sólo de México sino de la historia de toda la humanidad, le arda a quien le arda.
La cosa es que, últimamente, se hacen críticas absurdas por nimiedades. Lo comenté en el sexenio pasado: «Si van a criticar a Robalejandro Murrata, o lo van a exhibir, que sea por medios, información y razones válidos y reales, de peso, y no porque, según un ‘periodista’, es mandilón de su esposa». Que se le critique y exhiba por corrupto y rata, no por mandilón (*¿Y eso qué o qué?).
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Saymi Pineda es en extremo protagonista, y regaló refrescos y papitas a niños huérfanos en lugar de un pollo rostizado, cuando menos, pero no podemos juzgarla por haber dicho «visitación». Debemos esperar a que entregue resultados, y la criticaremos y exhibiremos si llega a incurrir en irregularidades, cometer corrupción, abusos, fraudes, pero no por algo que no tiene caso, algo tan irrelevante.