La situación del mundo es una obscenidad, advierte la ONU

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, abrió el debate en el 76 periodo de sesiones de la Asamblea General, mostrando un sombrío panorama. “Estoy aquí para hacer sonar la alarma”, expresó.

“Nuestro mundo nunca ha estado más amenazado. O más dividido”, advirtió el dirigente del máximo organismo mundial.

“Nos enfrentamos a la mayor cascada de crisis de nuestra vida. La pandemia de Covid-19 ha sobredimensionado las flagrantes desigualdades. La crisis climática está golpeando el planeta. La agitación desde Afganistán hasta Etiopía, pasando por Yemen y más allá, ha frustrado la paz”.

“Un aumento de la desconfianza y la desinformación está polarizando a la gente y paralizando las sociedades. Los derechos humanos están bajo fuego. La ciencia está siendo atacada”.

“Y los salvavidas económicos para los más vulnerables llegan demasiado poco y demasiado tarde… si es que llegan. La solidaridad está ausente, justo cuando más la necesitamos”, subrayó.

En su discurso , el líder de la ONU quiso ser muy claro en su descripción sobre la grave situación que afronta el mundo, para lo cual utilizó multitud de metáforas e imágenes, entre ellas una que –afirmó– tal vez explique la historia de nuestro tiempo:

“La imagen que hemos visto en algunas partes del mundo de las vacunas Covid-19 en la basura. Caducadas y sin usar”.

Luego dijo que esa fotografía muestra todo lo bueno y lo malo del ser humano, pues “por un lado vemos las vacunas desarrolladas en un tiempo récord, lo que es una victoria de la ciencia y el ingenio humano, y por otro lado vemos ese triunfo deshecho por la tragedia de la falta de voluntad política, el egoísmo y la desconfianza”.Añadió: “Esto es una acusación moral del estado de nuestro mundo. Es una obscenidad. Hemos aprobado el examen en Ciencias, pero estamos suspendidos en Ética”.

Te puede interesar: ONU pide respetar derechos de migrantes en la frontera sur

De acuerdo con Guterres, estamos a semanas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, pero aparentemente a años luz de alcanzar nuestros objetivos (…) “debemos actuar rápido”.

Y recalcó que otra enfermedad se está extendiendo en nuestro mundo al mismo tiempo: el mal de desconfianza.

“La gente a la que servimos y representamos pierde la fe no sólo en sus gobiernos e instituciones, sino también en los valores que han animado el trabajo de las Naciones Unidas durante más de 75 años”, afirmó.

Y explicó que la ruptura de la confianza está llevando a la ruptura de valores fundamentales como la paz, los derechos humanos, la dignidad, la igualdad, la justicia y la solidaridad, que ahora están en el punto de mira.