Previo a la elección del candidato presidencial de 2011, el PRD realizó una encuesta para determinar quién estaba mejor posicionado y quién debería ser el candidato para el 2012 y enfrentar a Peña Nieto.
En esa ocasión López Obrador llevaba seis años fuera de la administración pública y se había inventado un disparate llamado “presidencia legítima”, mientras Marcelo Ebrard usaba al Gobierno del entonces Distrito Federal para catapultar sus aspiraciones. Pero López Obrador logró doblar a Ebrard y se convirtió en candidato por segunda vez.
Aunque el hijo putativo del finado Manuel Camacho Solís siempre ha estado con López Obrador y le ha dado todo a quien lo dejara en el GDF, López no le ha pagado con la misma moneda y lo ha relegado en varias ocasiones. Y que conste que Ebrard Casaubón es de lo mejorcito que tiene el tabasqueño en su gabinete.
Lo ha sacado de varios apuros y al inicio de la administración jugó un papel fundamental. Mientras Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación, se convirtió en un producto ornamental, Marcelo tomó el papel como una especie de vicepresidente. No obstante, con la llegada de Adán Augusto López lo están enfriando en aquello de sus aspiraciones.
La anterior columna de Arturo Suárez: El circo de la mañanera y López Obrador
Todos andan muy alebrestados porque, ante la falta de resultados, el presidente López Obrador decidió abrirles la puerta a los caballos anticipadamente. Todos andan muy ocupados con sus planes de campaña y parece que se ha detonado una guerra civil dentro del partido del presidente.
Claro que cuando se formó Morena con los que salieron del PRD, importaron las mismas formas y mañas. Así, parece que juegan los equipos de Sheinbaum y Adán Augusto a pegarle al “carnal” Marcelo, quien ya se inconformó.
Aunque Mario Delgado jura y perjura que los métodos serán democráticos, la verdad es que ni los mismos morenos se la creen. Ellos saben que será en Palacio Nacional donde tomen la decisión y no habrá poder humano que la cambie.
Claro está que hay que montar el numerito para que parezca lo contrario, pues se trata de los “diferentes”. Por ejemplo, en el Estado de México, el presidente ya se decantó y será la maestra Delfina Gómez. Para el 2024 se espera que sea la repetición del dedazo priista en su máxima expresión.
Los simpatizantes y el grupo que se ha formado paralelamente en la cancillería para impulsar la candidatura de Marcelo Ebrard ya se inconformaron y piden piso parejo para todos. Intrínsecamente le piden al caudillo de Macuspana que saque las manos, pero no son los tiempos y el INE ya les metió el freno, aunque eso poco les importa. Veremos más fuego amigo contra Marcelo en los próximos días.
Otra columna de Arturo Suárez: López Obrador valiente en casa y sumiso en la ajena
Incluso, la organización Progresistas por la Unidad y Piso Parejo que promueve las aspiraciones presidenciales del canciller Marcelo Ebrard, propuso a la dirigencia nacional de Morena elegir candidato a través de encuestas “abiertas, independientes, transparentes y verificables”, como también lo ha propuesto el senador Ricardo Monreal.
Seguramente Ebrard sabe que no cuenta con todos los afectos del presidente, ya se la hizo una vez y se la volverá a hacer. Para Ebrard como para Monreal, el 2024 es su último tren… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Porfirio Muñoz Ledo propuso una comisión que investigue nexos del gobierno con el narco. Habría que hacerle caso, total, dicen que la 4T pasa la prueba del ácido.
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Hasta la próxima.