Causó mucha picazón entre los defensores de López Obrador los textos que criticaron la visita a Estados Unidos. Según ellos, se le habló al presidente Joe Biden como nunca y hasta hay plumas que afirmaron que se le puso en su lugar.
Lo que sí dejó la visita, aparte del evidente aburrimiento del presidente vecino, fue la captura del narcotraficante Rafael Caro Quintero, en la que, luego supimos, participó la DEA y eso no lo desmintió el gobierno de México; después, un encontronazo por la política energética del país y las posibles violaciones al T-MEC.
Aquí se lo dije, López esperaba un desplante de Biden, pero como esos encuentros son coreografías para tomarse la fotografía y deshacerse en halagos, no se dio. Con ello, el tabasqueño tendría el pretexto suficiente para sacar el libro de los dictadores latinoamericanos, a esos que tanto admira y que por fortuna ni para eso le alcanza. Se iba a desgañitar en críticas sobre “el imperialismo yanki” como lo hicieron los Castro, Evo Morales, el finado Hugo Chávez, Nicolas Maduro, y nuestro Pejelagarto no se puede quedar atrás.
Mientras la inflación llega al 8.16 %, los productos se encarecen, la gasolina y el gas están por las nubes, y el discurso oficial se desvanece a la hora de pagar los servicios y los matraqueros del régimen hacen malabares para decir que la inflación en Estados Unidos es mayor, lo mismo que el precio de las gasolinas. En Palacio Nacional se vanaglorian con la expulsión de indocumentados y festejan las remesas que llegan. No hace mucho el caudillo de Macuspana criticaba a Calderón y Peña por lo mismo.
En este contexto de incumplimiento de lo establecido en el T-MEC y en franca recesión, el Pejelagarto anda buscando pleitos para eclipsar su fracaso. Según él, hay un gran complot de Estados Unidos y Canadá con empresarios mexicanos para descarrilar la política energética del país, claro que, como siempre, sin dar nombres.
Es evidente que un grupo fuerte de empresarios no quieren a López Obrador y van a hacer todo para exhibirlo, por eso sería importante que, si tiene los nombres, que los suelte y diga cuál es la relación que tienen con los gobiernos mencionados. Si no lo hace, resultará una más de sus vaciladas, como aquello de responder, no por los mecanismos diplomáticos, sino con las canciones de Chico Che.
La anterior columna de Arturo Suárez: Fox, Calderón, Peña y Obrador, trascienden… por corrupción
El presidente López tiene toda la razón cuando dice que México no es colonia de ningún país, pero es un contra sentido cuando lo dobló Donald Trump, cuando no pidió cuentas en la cara de Biden por aquello de que Estados Unidos financia a sus opositores. Esos desplantes le salen mejor a López cuando está en la comodidad de Palacio Nacional o en una gira con el público que le llevan para que no existan los reclamos.
Insisto, López Obrador no es prioridad en la agenda de Joe Biden, aunque debe haber preocupación por el marco de la crisis económica, política y de violencia que existe de este lado y que ellos hacen caso omiso a conveniencia. Así ha sido y así seguirá siendo. Pero las advertencias de los que saben están ahí, que conste que no se trata de entregar la soberanía, es un tema de estrategia, luego metidos en pleitos legales nos saldrá más caro pagar las sanciones que se puedan dar.
Incluso algunos abogados expertos en estos temas ya hablan de las consecuencias que México no cambie su política energética y de no llegar a un acuerdo entre los gobiernos en los próximos 75 días, un panel de controversias emitirá un fallo en el cual se pueden imponer aranceles a los sectores exportadores que más dependen del T-MEC, como el de agricultura.
López Obrador fue un excelente líder social en las calles que movía multitudes, pero en la administración pública ha quedado muy corto, esos errores no se pueden ocultar. Aunque el contexto es otro, así nos fue en el trance de Carlos Salinas a Ernesto Zedillo. Si algo no supieron defender los presidentes anteriores fue que a México lo trataran como socio comercial y con discursillos incendiarios o cancioncillas mañaneras no lo va a conseguir… pero mejor ahí la dejamos.
Escríbeme tus comentarios al correo suartu@gmail.com y sígueme en la cuenta de Instagram en @arturosuarez_.
Hasta la próxima.