“Better Call Saul”, la popular serie que sirve como precuela y secuela de la igualmente célebre “Breaking Bad”, ha sido notable desde que debutó en 2015. Dependiendo de qué tan bien atrape el aterrizaje en los episodios finales de su sexta y última temporada, podría terminar como una de las mejores series de televisión dramática jamás realizadas (no digo la mejor porque eso me parece una hipérbole ridícula).
Esto podría ser porque la serie ha sido completamente revertida, diseñada y construida a partir de piezas del show anterior y ha logrado establecer su propia identidad. Ahora que está a punto de terminar, viene al caso recordar exactamente cómo crearon el personaje y la historia de Saul Goodman a partir de las semillas originales sembradas en la otra serie.
El creador de “Breaking Bad”, el ultra arrogante (pero brillante) Vince Gilligan, también está detrás de este show, junto con el co-creador Peter Gould.
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Con la serie anterior, Gilligan sabía el viaje que quería que tuviera su personaje principal: Walter White, interpretado brillantemente por Bryan Cranston, que pasaría de ser un manso profesor de ciencias de secundaria casado con una arpía estereotipada, a convertirse en un criminal narcotraficante que fabrica metanfetaminas. Pero el camino para llegar de ese Punto A al Punto B estaba abierto de par en par a todas las posibilidades.
Con “Better Call Saul”, es diferente. Algunos fragmentos se desarrollan en el futuro después de “Breaking Bad” y “El camino” (la cosa esa que Gilligan escribió para el personaje odioso de Aaron Paul), pero la mayor parte de la serie es una historia de origen, siguiendo al personaje del abogado astuto Saul Goodman, a quien conocimos por primera vez en la temporada 2 de “Breaking Bad”.
Saul, interpretado por el formidable, y antes desconocido, Bob Odenkirk, era y es el tipo de abogado que se llaman ‘leguleyos’ pero él tiene algo especial: encanto genuino.
Gould escribió el episodio de la serie original que presentó a Goodman, y cuando llegó el momento de hacer una serie de “Better Call Saul”, el equipo de redacción se inspiró en ideas y líneas de diálogo que Gould había pensado como desechables.
Por ejemplo, la serie “Better Call Saul” presentó a Odenkirk como Jimmy McGill, un abogado de bajos ingresos que tardaría varias temporadas en adoptar la personalidad de Saul Goodman. Pero las semillas se plantaron en el episodio de “Breaking Bad”, donde el personaje de Odenkirk conoce a Walter y admite que asumió el nombre judío porque pensó que sería bueno para el negocio.
La parte de la serie derivada que se desarrollaba en el pasado se trataba de Jimmy y otros dos personajes destacados, ninguno de los cuales había aparecido en “Breaking Bad”. Una era la novia de Jimmy, Kim Wexler, una compañera abogada y, finalmente, una compañera estafadora, interpretada por Rhea Seehorn. El otro era el hermano mayor de Jimmy, Chuck, interpretado por Michael McKean, cuyo personaje es un abogado exitoso y respetado pero odioso.

Las breves escenas en blanco y negro que muestran el destino actual de Saul hacen que el personaje adopte otro nombre y esté a punto de regresar a Albuquerque después de esconderse encubierto en Nebraska.
Eso puede parecer aleatorio, pero en la última conversación de Saul Goodman con Walter White, Saul rechazó la oferta de Walter de continuar trabajando como su abogado al decir que su objetivo era convertirse en el «Sr. Perfil bajo«, quien, en el «mejor de los casos», podría terminar administrando un Cinnabon en Omaha.
Sin embargo, nada de “Breaking Bad” es tan sorprendentemente preciso como un indicador temprano de lo que se convertiría “Better Call Saul” como otra escena del episodio que presenta a Saul.
Walter y su socio productor de metanfetamina, Jesse, están molestos porque Saul no hará lo que le pidieron que hiciera. Entonces cavan un hoyo del tamaño de una tumba en el desierto, se ponen pasamontañas y secuestran a Goodman, cubriendo su cabeza con una capucha. Mientras le atan las manos a la espalda, lo llevan al desierto y lo dejan caer de rodillas a punta de pistola, Saul asume que los ha enviado alguien llamado Lalo. Esa es la única mención de Lalo en “Breaking Bad”, pero claramente, desde la perspectiva de Saul, es alguien realmente a quien temer. Por eso sorprende tanto que, en los episodios más recientes de “Better Call Saul”, el personaje más amenazador y mortífero haya sido nada menos que el mismo Lalo, interpretado por el mexicano Tony Dalton, que ha conseguido relevancia gracias a un trabajo muy sólido en esta serie.

“Better Call Saul” gusta mucho
Eso puede hacer que algunos que no le han entrado tengan dudas, pero vale la pena acercarse para poder llegar a los episodios finales, en los que la legendaria Carol Burnett aparece como un personaje recién presentado, lo cual es realmente intrigante. Y sabemos que el destino de Kim, sea lo que sea, será lo suficientemente drástico como para evitar que haga una sola aparición en “Breaking Bad”, y completará la transformación de Jimmy en el totalmente amoral Saul Goodman. Es la forma en que Gilligan, Gould y compañía conectan los puntos entre esos nuevos conjuntos de Punto A y Punto B lo que determinará cuán grandioso terminará siendo el espectáculo “Better Call Saul”.
Las seis temporadas de «Better Call Saul» están disponibles en Netflix