Hace unos días, se informó que el gobierno de México, encabezado por Claudia Sheinbaum busca que los mexicanos sean menos consumidores de refresco y que las personas tomen decisiones de salud más sanas; como tomar bebidas con menos o sin azúcar y que la niñez y la juventud no las ingiera, ya que a la posteridad puede provocar daños severos a la salud, sin embargo, las bebidas sin calorías o Light no son la mejor opción.
Sin embargo, el subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Eduardo Clark García Dobarganes, destacó que con las empresas refresqueras llegaron a un acuerdo sobre el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas sin calorías o Light, por lo que con este acuerdo, se deja en el limbo la salud de los mexicanos.
De acuerdo con el funcionario federal, el IEPS para bebidas azucaradas aumentará de 1.65 a 3.08 pesos por litro, mientras que las bebidas sin calorías o Light pagarán 1.50 pesos por litro, la mitad del gravamen aplicado a las versiones con azúcar.
Cabe recordar que hace unos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el consumo de edulcorantes no azucarados, incluidos los utilizados en productos light o “sin azúcar”, al señalar que no ayudan a controlar el peso a largo plazo y pueden aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y hasta algún tipo de cáncer.
De acuerdo con el informe, titulado “Fiscal policies for Diet and Prevention of Noncommunicable Diseases (NCDs)”, las políticas fiscales que conducen a un aumento de al menos el 20% del precio de venta al público de las bebidas azucaradas podrían redundar en una reducción proporcional del consumo de estos productos.
La lista de estos sustitutos del azúcar incluye el aspartame, la sucralosa, la sacarina, el acesulfame-K, la estevia y sus derivados.
Ante dichas investigaciones destacan que las personas deben considerar otras alternativas para reducir el consumo de azúcares libres, como los alimentos con azúcares naturales, por ejemplo, frutas, o reducir el nivel de dulzor de la dieta desde edades tempranas.
En ese año, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), clasificó al aspartame como “posiblemente cancerígeno para los humanos” (Grupo 2B), con base en evidencia limitada al daño hepático en humanos y animales.
Investigaciones recientes, como la de Translational Medicine (febrero de 2024), observaron que este edulcorante puede alterar la microbiota intestinal y favorecer condiciones que aumentan el riesgo de cáncer colorrectal, al causar inflamación y daño en la barrera intestinal.
Por otro lado, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) alertó sobre el riesgo del consumo de bebidas con edulcorantes en la población infantil.
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De acuerdo con un estudio advierte que las bebidas dirigidas a niños contienen edulcorantes, e indicó que estos líquidos saborizados y jugos envasados en presentaciones pequeñas pueden representar un riesgo para la salud debido al contenido de componentes dañinos como dichas sustancias que aportan dulzor.