Bertha Mora Castro, instructora de Tejido y Bordado, con paciencia y amor transmiten estas técnicas, como lo hizo su abuela con ella; conocimiento que se ha transmitido de generación en generación, y hasta la actualidad perdura, además que los ha reforzado con algunas capacitaciones.
Por más de ocho años han realizado esta labor, desde que se inauguró, lo hace en el Foso 1 del Parque “Ciudad de las Canteras”, ubicado en el municipio de Santa Lucía del Camino.
Además, este taller no solo es un espacio de aprendizaje, sino también de convivencia y emprendimiento.
Los alumnos con agrado asisten a este curso, ya que a futuro tendrá beneficios. Una de las alumnas, que lleva más de tres años asistiendo, Sonia Orozco Blas, destaca que se siente contenta de seguir aprendiendo, ahora de manera presencial: “Aquí, la maestra nos enseña muchas técnicas”, resaltó.
Durante una entrevista para un medio local, con alegría compartió que gracias al taller ya puede presumir que ha podido elaborar blusas, chalecos y servilletas con los que ha obtenido un recurso para apoyar su economía.
Ante este plus, ella quiere seguir aprendiendo técnicas y obtener la habilidad que tiene su instructora, así como aprovechar la oportunidad de que es una enseñanza gratuita que facilita la Secretaría de Administración a la población.
Por su parte, Bertha Mora Castro, instructora de Tejido y Bordado, resaltó que ella está feliz de compartir sus conocimiento en el arte textil: “el taller es muy bonito, tiene la finalidad de que las personas tengan un momento de esparcimiento y apoyen a su economía familiar, comercializando sus productos”.
Agregó que está abierto a la población de todas las edades los lunes, miércoles y viernes en un horario de 13:00 a 18:00 horas.
Mora Castro comentó que enseña trabajos de bordado como carpetas o blusas y en el caso del tejido suéteres, bufandas, chalecos y muñecos, entre otros artículos, donde comparte conocimientos heredados por su abuela, los cuales ha reforzado con capacitaciones constantes.
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Explicó que la actividad también permite a niños y niñas mejorar su psicomotricidad y en adultos disminuye el estrés. “Porque cada clase es un entrenamiento, una relajación y una terapia a la vez”, concluyó la maestra.
