En Oaxaca hay mujeres policías que han enfrentado la lucha contra la delincuencia sin temor a morir, y otras que han aceptado que, al ponerse el uniforme, han cambiado su vida, pese a que han recibido críticas.
Además de ser mal vistas en algunas zonas, las mujeres policías aceptan que también son sujetas de acoso.
Silvia Melchor, con 17 años en el grupo de operaciones especiales de la Policía Estatal, destaca que se ha enfrentado a la delincuencia organizada a balazos, en el momento solo actúa conforme a los protocolos, y no siente miedo; medita sobre la situación al hacer su reporte.
“Fue un enfrentamiento fuerte, nos dispararon como diez minutos, pero a pesar de todo, a mi me gusta mi trabajo y lo desempeño con mucho orgullo”, destacó Silvia Melchor.
En la policía de Oaxaca, muchas mujeres lograron cambiar su realidad social y económica pues terminaron sus estudios, obtuvieron su licenciatura con lo que han sacado adelante a su familia porque muchas son madres solteras o viudas, porque sus esposos han muerto en el cumplimiento de su deber o se contagiaron de Covid-19.
Como mujeres policías en sus testimonios las mujeres policías afirma que sin o con uniforme están dispuestas a todo para ayudar a la ciudadanía.
Hoy en el marco del 8M son las primeras en llamar a las mujeres a que hagan valer sus denuncias contra la violencia feminicida.
En Oaxaca, el estado de fuerza estatal está comprendido de 3 mil 200 elementos policiacos, de los 600 son mujeres, más del 85 por ciento en operativos en acción. Actualmente al frente de la secretaría de seguridad pública el gobernador, nombró a Dalia Baños, que es la segunda mujer en 20 años como responsable de las tareas de seguridad.
Por otro lado, para Liliana López ser mujer policía la llena de orgullo, por que están para servir y proteger a la ciudadanía, aunque destaca que hay gente que les tiene respeto y admiración, hay otras que le manifiesta todo lo contrario.
Asimismo, manifestó que como mujer ha tenido que enfrentar algún tipo de acoso, motivo por el cual decidió ser policía, para proteger a la gente vulnerable; sobre todo a las mujeres, ante este tipo de situaciones como es el acoso sexual, el maltrato o la violencia familiar, por lo que las exhorta a que no se queden calladas.
En este mismo tenor, Amalia Gutiérrez manifestó que ser policía no ha sido fácil, ya que muchos ciudadanos no las ven con buenos ojos, pero ella buscó formar parte de la policía, por necesidad económica.
Al ingresar a la policía Estatal, ella solo contaba con el nivel básico, ahora gracias al apoyo de la institución, cuenta con una carrera técnica, auxiliar de educadora, además que el ingreso es superior, aunque implica mayor riesgo.
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Viuda y madre de dos hijos, ya que su esposo, quien también era policía, falleció hace un año, debido a complicaciones por Covid-19.
“Enfrentar a la delincuencia organizada no me da miedo, pero temo por mis hijos, de que los pueda dejar solos, aunque siempre hay que pensar que todo va a salir bien (…) Desde que uno se pone el uniforme hasta que te lo quitas es riesgoso, porque nunca dejas de ser policía”, destacó Amalia Gutiérrez en una entrevista para Trasfondo.