La caravana de migrantes haitianos y centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos salió de Escuintla, Chiapas.
Desde muy temprano se levantaron para emprender su camino rumbo a Mapastepec, el cual queda a unas seis horas a pie.
El pasado sábado, más de 300 migrantes rompieron el cerdo de la Guardia Nacional para adentrarse a territorio mexicano.
Ahora la Guardia Nacional escolta a los migrantes y les solicita que solo ocupen un solo carril para permitir el paso de los vehículos.
De acuerdo con Reforma, destaca que los haitianos han tomado la delantera a paso muy rápido e impiden a los demás que se suban a los autos que ofrecen darles algún aventón, pues aseguran que se trata de un truco de la autoridad mexicana para regresarlos hasta la frontera.
«Hemos caminado cinco días de selva desde Chile y vamos caminando desde hace cuatro días cuatro noches», dijo un haitiano de chancletas y una bolsa en la cabeza.
Desde ayer se corrió el rumor en el grupo que había una oferta de dos camiones que los llevarían hasta el centro de la Ciudad de México, por lo que aseguran que no se subirán a ningún otro autobús que venga solitario.
Los centroamericanos, por su parte, acusan que el grupo deja atrás a las familias que viajan con niños, que huyen de amenazas de muerte, así como a los migrantes con llagas en las plantas de los pies.
Desde el jueves que comenzaron a caminar desde Tapachula, apenas a una hora y media en auto de Escuintla, la caravana que huye de la pobreza de la violencia en Centroamérica y el Caribe pide al Gobierno mexicano y a los grupos humanitarios que les envíen camiones que les ayuden a llegar hasta la frontera con Estados Unidos adonde la mayoría espera ingresar para vivir mejor.
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La última solución ha sido tomar una cuerda en la vanguardia de la caravana para impedir que otros se adelanten, pero incluso hay acusaciones de que quienes llevan la cuerda avanzan muy rápido.