La ciclista mexicana Jessica Salazar informó a través de redes sociales que renuncia a participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, luego de que la Federación Mexicana de Ciclismo la incluyó a última hora.
A Jessica Salazar la excluyeron de la Selección Mexicana de Ciclismo, pese a ser récord del mundo, subcampeona mundial en su prueba y actual Premio Nacional del Deporte.
Además, no le notificaron de forma oficial la decisión, por lo que interpuso una apelación ante el Tribunal Superior del Deporte (TAS, por sus siglas en inglés) en contra de los federativos mexicanos.
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Hace un par de días, la tapatía renunció a participar en la prueba de ómnium, en donde fue inscrita de forma errónea por parte de la Federación Mexicana de Ciclismo. Esta no es su especialidad ni quería quitarle el lugar a ninguna de sus compañeras.
Ese mismo día, como reacción a la declinación de Jessica, el presidente el organismo, Edgardo Hernández, emitió un comunicado en el que le dijo a la ciclista que finalmente sí sería considerada para tener actividad en la prueba de velocidad, en la que es una de las mejores del mundo.
Sin embargo, Jessica cuestionó que de nueva cuenta no le notificaron de forma directa esta situación, pues el comunicado solo circuló en redes sociales y nadie de la Federación se puso en contacto con ella.
Este viernes apareció en sus redes sociales para declinar de forma definitiva a asistir a los Juegos Olímpicos por todo el trato que recibió y porque no está bien física ni mentalmente.
“Sé que todos están esperando mi respuesta en cuanto a la plaza que la Federación Mexicana de Ciclismo me está ofreciendo en busca de enmendar los daños y agradezco el gesto, más desafortunadamente esto llegó a dos días de Juegos Olímpicos”.
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La ciclista aclaró que no es una decisión tomada a la ligera, y esta es muy importante en su vida.
“Ha sido demasiado duro, me llegan los momentos de frustración e impotencia, anímicamente me encuentro destrozada, perdí de la noche a la mañana la ilusión que me levantaba día con día a dar lo mejor de mí. De todo corazón y por más que me duela hoy decido no aceptar la invitación de la Federación para representar a México en los Juegos Olímpicos.
“¿Por qué? La respuesta es sencilla, me destrozaron física y mentalmente, y hoy daría lo que fuera porque las circunstancias fueran diferentes y poder estar ahí viviendo mi sueño, pero hoy mi mente deberá primero encontrarse, enfocarse en mi salud mental muy por encima de lo deportivo… Primero Dios nos veremos en París 2024”.