Pierde México a Vicente Rojo, pilar de la gráfica y la pintura moderna

Murió Vicente Rojo, uno de los pilares de la gráfica mexicana de la segunda mitad del siglo XX y uno de los creadores más fecundos de una generación de artistas que sometió a diversas disciplinas a un diálogo que dio forma a la plástica mexicana moderna.

Apenas el lunes, el artista cumplió 89 años.

En un homenaje que le hizo el Gobierno el pintor y editor dijo: “Todo lo que he hecho ha sido ayudarme por la vida, ayudarme por mi vida, por mi manera de vivir. Supongo que ya a mi edad la muerte puede andar por ahí, pero no me preocupa”.

Nacido en 1932 en Barcelona, ciudad en la que hizo cursos de escultura y cerámica, llegó a México cuando contaba con 17 años de edad, para concluir sus estudios de pintura y tipografía, realizando durante más de cincuenta años una extensa obra como diseñador gráfico, pintor y escultor.

Su educación formal fueron seis años en La Esmeralda, la escuela de la plástica mexicana donde fueron maestros Diego Rivera, Frida Kahlo, José Chávez Morado, Raúl Anguiano y Agustín Lazo

Vicente Rojo recibió algunos de los reconocimientos más importantes en México y en otras partes del mundo, como el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el Premio México de Diseño, y la Medalla al Mérito en las Bellas Artes (España). En 1992 la Asociación Internacional Icograda le otorgó el premio de Excelencia en Diseño Gráfico, y en 1993 fue designado Creador Emérito por el Sistema Nacional de Creadores de Arte.

En 1998, la UNAM le otorgó el doctorado Honoris Causa. En 2006, el gobierno español le otorgó la Condecoración de la Encomienda de la Orden de Isabel La Católica; en 2011 el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) le otorgó la “Medalla Bellas Artes”, por su vasta práctica dentro de las artes visuales.

Su educación formal fueron seis años en La Esmeralda, la escuela de la plástica mexicana donde fueron maestros Diego Rivera, Frida Kahlo, José Chávez Morado, Raúl Anguiano y Agustín Lazo, uno de los padres del surrealismo en México también una de las primeras influencias para Rojo.

Rojo siguió pintando por su cuenta hasta que en 1958 hizo su primera exposición en una galería independiente. Un año antes, en 1957, se casó con la editora y promotora cultural Alba Cama, quien fue su esposa hasta que falleció en 2003 tras una larga enfermedad.

La hija de ambos, la matemática y escultora Alba Rojo Cama falleció en agosto de 2016 a consecuencia de un cáncer.

El creador hizo amistad con pintores como Alberto Gironella, Manuel Felguérez y Fernando García Ponce, todos protagonistas del movimiento de ruptura dentro de la plástica mexicana, que significó un corte con la pintura figurativa y una apuesta por la abstracción y el juego con las texturas y la geometría.

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Según expertos, la sinergia de su contribución como diseñador gráfico, pintor y editor tuvo un peso en la vida cultural del país solo comparable a la de los intelectuales como Fernando Benítez, Ocatvio Paz, Jaime García Terrés, Carlos Monsiváis, Fernando Gamboa o José Emilio Pacheco.

A lo largo de su carrera, Vicente Rojo presentó numerosas exposiciones individuales y participó en incontables muestras colectivas en todo el mundo.

Su obra plástica se ha agrupado en cinco series principales: Señales, en la cual trabajó con formas geométricas básicas; Negaciones, surgida de su intención de que cada cuadro negara al anterior y al que le seguiría; Recuerdos, nacida de su intento de abandonar una infancia difícil; México bajo la lluvia, concebida un día que vio llover en Tonantzintla, y Escenarios, compuesta de miniseries y que es un repaso de sus temas anteriores y una suma de los mismos.