Dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que la política es un noble oficio y puede que tenga razón. Si se ve desde un punto de vista romántico o teórico, la verdad es que en esas esferas siempre hay traiciones, intereses oscuros que muchas veces terminan por imponerse, y cuando se trata de los jalones por la sucesión presidencial, el juego de la perversidad se eleva y todos los que tienen intereses claro que mueven sus fichas, ahora “corcholatas”.
Aquí se lo he dicho, la oposición se la ha pasado extraviada lo que va del sexenio. No es un secreto que López Obrador les puso la correa y aunque hacen números alegres, las derrotas son derrotas, por más que intenten matizarlas.
También le dije que si se descuidaban López Obrador era capaz de ponerles candidato y eso fue lo que sucedió con Xóchitl Gálvez, que tenía intenciones de buscar la Ciudad de México. Pero como los panistas tienen en Santiago Taboada su carta más fuerte, la mandaron a formarse a la presidencial, que coincidió con la negativa de López Obrador de darle su derecho de réplica y eso la catapultó ante el asombro de todos.
Gálvez no representa a los panistas ortodoxos, de hecho, tienen muchos cuestionamientos por sus ideas y su pasado, que está ligado más a la izquierda que con los panistas. Me dicen que incluso hay molestia por sus orígenes, la forma de llegar a trabajar con Vicente Fox y hasta las formas en aquello de que ningún cabrón la puso donde está, así que el efecto Xóchitl Gálvez ha tomado por sorpresa a todos y muchos la ven no como una posibilidad de competencia por la silla, sino como una amenaza a sus intereses que les urge desactivar.
Me dicen que todo estaba armado para que Santiago Creel fuera el abanderado de Va por México, pero todo dio un giro inesperado por el impulso que recibió Gálvez desde Palacio Nacional.
Claro que a la hidalguense la inflaron, se encuentra en una burbuja que tarde o temprano tendrá que reventar y entonces se sabrá cuál es su verdadero capital. Mientras tanto, Creel hace su esfuerzo, pero simplemente no conecta, sigue siendo el candidato de Fox, pero del 2005; él sabe que no prende y por eso la desesperación.
Ya se escuchan voces, entre ellas las del panista Jorge Luis Preciado, que hablan de simulaciones y posibles traiciones en la elección de la candidatura por parte de la oposición para 2024, hecho que, de ser cierto, señalan que será denunciado, pues es claro el aumento de la intención del voto para que después comience el ataque por medio de denuncias, como el caso de Ricardo Anaya.
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Veremos si al final se impone Gálvez como candidata presidencial por encima de los aparatos partidistas y las cúpulas que podrían estar tramando una traición… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.
