Los últimos años han sido verdaderamente duros para el Revolucionario Institucional , nada que no se merezcan y que no construyeran por años de fallarle al país, pese a que tuvieron la posibilidad de reivindicarse en 2012 con la llegada de Enrique Peña Nieto. No obstante, fue su peor versión.
Hoy, la marca PRI es sinónimo de corrupción y ese es un estigma que no se podrán quitar en años, claro, si sobreviven a las próximas elecciones.
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Si las cosas marchan como van, el PRI conducirá el proceso de candidatos para la alianza Va por México en el Estado de México y Coahuila, dos estados que siguen siendo sus bastiones, pero el primero está muy comprometido y Delfina Gómez arrancará la campaña con una importante ventaja sobre Alejandra del Moral. El PAN hará lo propio en 2024 en la Jefatura de Gobierno y la presidencial. Aunque han dicho que sólo se trata de conducir el proceso, las posibilidades de que el PRI no tenga candidato propio por primera vez en su historia son muy grandes.
Aquí se lo dije, las guerras intestinas del tricolor han ido subiendo de tono y los detractores de “Alito” Moreno se han ido incrementando, pero algo les queda de aquello que pregonaban los priistas: son institucionales y lo ponen de manifiesto cuando se trata de perder poder o posiciones. Moreno Cárdenas lo sabe y también Miguel Ángel Osorio Chong, por eso firmaron una tregua que sólo será posible alargar si el PRI gana Coahuila y el Estado de México, pero si no es así, Osorio Chong y la vieja guardia buscarán derrocar a su dirigencia.
Estos dos personajes tenían meses lanzándose lodo, buscaban la expulsión uno del otro, situación que se acentuó con la guerra de espionaje encabezada por Layda Sansores y sugerida desde Palacio Nacional para doblar a Moreno Cárdenas.
Luego lo apretó Adán Augusto, secretario de Gobernación, para cabildear la militarización del país que terminaron avalando, lo que puso pausa a la alianza opositora. Pero “Alito” reconquistó los corazones de Marko Cortés y Jesús Zambrano, quienes lo perdonaron luego de negociar lo que mencioné párrafos arriba.
Osorio Chong ha sido el máximo detractor del campechano. Aquí le dije que él y su gente anduvieron muy activos en reuniones, haciendo amarres y cabildeando para exigir de nuevo la renuncia de Cárdenas, quien se les presentó en la plenaria de senadores; al “Chino” no le quedó de otra, más que aguantar y ceder para reunirse con su rival.
El viernes pasado se reunieron. Me cuentan que no fue fácil el diálogo, que hubo varios momentos álgidos por parte del exgobernador de Hidalgo, pero, insisto, saben a qué juegan y la importancia de los mensajes de unidad, aunque sean de dientes para afuera.
Al término de la reunión, Moreno Cárdenas y Osorio Chong, acompañados por el resto de la bancada de senadores y Rubén Moreira, artífice del abrazo, se dijeron conformes con los acuerdos a los que llegaron, tanto en la reunión grupal como en la individual. Indicaron que sus decisiones son por el bien del priismo, o sea, por la sobrevivencia del partido.
Si no ganan el Estado de México y Coahuila estarán al borde de la extinción. Los panistas tendrán el campo libre dentro de Va por México para que designen a su candidato presidencial.
Insisto, estimado lector, el pacto de no agresión tiene fecha de caducidad, y no será hasta el 2024. Si pierden el Estado de México, veremos de nuevo la petición de que Moreno Cárdenas se vaya… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Senadora Abreu, ¿cómo era eso de que “para tener la lengua larga hay que tener la cola corta”? ¿Ya se acordó para qué era el dinero que le dieron en una bolsa de papel?
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Hasta la próxima.