“Todos los años que le quité a ella, sólo por haber nacido”
Jason Isbell / Children of Children
Y sí, llega un momento en Children of Children, canción contenida en el disco de Jason Isbell (1979, Alabama, EU), intitulado Something More Than Free (Southeastern, 2015), en que un solo de guitarra eléctrica de Jason, a la Neil Young, irrumpe y danza con una violencia inusitada junto a un arreglo de cuerdas.
Ternura y delicadeza de la mano de un sentimiento de fuerza impotente, así de complejo, pero increíblemente entendible a la primera. Children of Children es un clásico instantáneo; es música popular sin demasiadas florituras que habla de un verdadero drama: a saber, sobre los padres adolescentes.
Es sólo que Isbell contempla el tema como si fuera un retablo en la iglesia, o como si fuera su propia historia. Nos contagia con ideas musicales fáciles de asimilar, directas, pero llenas de sustancia. La imagen inicial es muy poderosa.
Fotografías de una granja ante nosotros,
viejos en un evangelio en sepia
y caballos ensillados listos para montar/
81 es un motor y tu mamá tiene 17 otra vez,
ella hace bizcos hacia el viento polvoso;
la furia de las planicies
La voz de Isbell es tierna, nos deja tomar conciencia de la descripción. La música se prepara, como si los ejecutantes tomaran su lugar poco a poco. El bajeo de Jimbo Hart irrumpe en el corte y Jason prosigue.
Tú y yo éramos casi nada,
reza a Dios que Él esté bromeando/
17 no son suficientes para razonar con el dolor/
cómo esperamos seguir amándonos
cuando ninguno sabe el significado
de la diferencia entre lo sagrado y lo profano
Otro respiro, suficiente para que se perfile la entrada sutil del violín de su esposa, Amanda Shires, que le confiere fragilidad, como si las cuerdas fueran la ternura de la madre descrita (gran detalle de la producción de David Cobb).
Yo montaba en la cadera de mi madre,
ella era más bajita que el maíz
todos los años que le quité a ella,
sólo por haber nacido
Pero es la música, el único arte que puede romper la barrera del tiempo y el espacio de una forma tan imperceptible, la que le dará sentido a todo. La música nos conduce brevemente por un pasaje en que comprendemos la estructura, el círculo de guitarra acústica de Isbell, el violín conteniéndose en el fondo y el bajo llevándonos de la mano como guía. Corte y la historia se repitió.
No quería romper el ciclo,
a los 17 me llamaban Michael
nadie me llamó por mi propio nombre, de todas formas/
Cinco generaciones enteras
viviendo todas estas expectativas
dando lugar a una, para luego tener a un bebé en camino
Es de un poeta experto lo que hace Isbell, que ahora ya no habla de sí mismo, sino que se lo dice a la siguiente generación, y el que se lo diga no deja de ser la entrada a otra triste historia en que le pone una carga de vida a ese ser: arruinarles las vidas a sus padres por el simple hecho de haber nacido. Poderoso en verdad.
Tú montabas en la cadera de tu madre,
ella era bajita como el maíz/
Todos los años que le quitaste a ella,
sólo por haber nacido
Y la canción entra a un finale lleno de esos sentimientos. Una fuerza expresada en un tema campirano hecho para escucharse en la radio. La batería de Chad Gamble demanda por fin atención, y la guitarra eléctrica con un efectivo solo de Isbell se une a los demás elementos para hacernos sentir con dureza cada uno de los instantes descritos por el artista.
Children of Children:
Disfrute mañana de la segunda parte de las historias generacionales de Jason Isbell, aquí en Tónico Sónico, sólo por Trasfondo.
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