Llegó la hora cero para todos los mexicanos, arrancan las campañas electorales que dejará como resultado a la primera mujer presidente que llevará las riendas del país los próximos seis años, Sheinbaum o Gálvez; gane quien gane van a recibir un país en peores condiciones del que Peña Nieto le dejó a López Obrador en el 2018.
Se trata de una continuidad del caos de la 4T y el plan C del Pejelagarto como bandera o buscar regresar a los tiempos del PRI y del PAN, no se puede ser tan optimista para el futuro inmediato del país.
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El tema del enrarecimiento del entorno no debe echarse al olvido y es que desde Palacio Nacional han abonado para la construcción del miedo, del chantaje a la población por los programas sociales y la campaña directa y cínica que todos los días hace el jefe del Ejecutivo en su mañanera, tanto que va a recorrer el país, a eso hay que sumar a los funcionarios que como en los mejores tiempos de los opositores estarán volcados haciendo campaña para la “corcholata”, por eso insisto en la vigilancia de los recursos por parte de las instituciones y de la sociedad civil es preponderante.
Además, hay que sumar el hecho que el Pejelagarto creyéndose autoridad electoral asegura que las elecciones de junio próximo serán libres y limpias, porque de parte del Estado ya se acabaron las “tracaladas” y detalló que estará en aquellos lugares en donde se están construyendo puentes, caminos, hospitales, desde luego, en los tramos del Tren Maya.
La violencia del país y la operación del crimen organizado es otro factor que va a jugar, aunque dice López qué la seguridad de los candidatos está garantizada pues hay grandes dudas por los asesinatos y atentados de los últimos días como lo ocurrido en Maravatío, Michoacán, además López Obrador no ha garantizado la seguridad de los mexicanos pues ya es el sexenio más violento de la historia, pero el clima de miedo siempre es favorable para manipular a los electores o inhibir la participación según sea el caso.
El doble discurso de López es preocupante en decir que va a cuidar la elección y luego habla de lo que se va a perder si llegaran a ganar los opositores, pero la cosa se complica con sus alfiles incondicionales que se han ido metiendo en las instituciones que deberían jugar un papel de imparcialidad.
Queda claro que, si en algún momento Claudia no levanta o pierde gas, López hará lo que sea para que no pierda su proyecto, eso significa cambiar de persona, pero no el fondo ni las formas y eso significa la continuidad de un sistema corrupto, de compadrazgo y amigos en el que se han beneficiado el círculo más cercano, en pocas palabras impunidad seis años más.
Aunque sea utópico, la ciudadanía debe hacer su trabajo, escrutar a los candidatos, someterlo al rigor y pedir que López y los suyos saquen las manos, ellos ya tuvieron su oportunidad y FRACASARON, que sea lo que la sociedad decida en un proceso limpio y que le de legitimidad a la ganadora. Insisto es un sueño, aunque tendría que ser… pero mejor ahí la dejamos.
La probidad de Pío
En el caso de la demanda de Pío López Obrador en contra de Carlos Loret de Mola por dar a conocer los videos donde recibe sobres con dinero para el movimiento, para López y sus campañas, el presidente hizo una recomendación, que mejor se desista porque el periodista está protegido por el Poder Judicial.
De nuevo los López saben que es un sin sentido la querella y si hay justicia llevan las de perder y los abogados del comunicador les van a dar un revés. ¿De qué tamaño eran los negocios qué Pío pretendía hacer para demandar por 200 millones?
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Hasta la próxima.
