EZLN y el repliegue ante el crimen organizado

EZLN y el repliegue ante el crimen organizado

Hace casi 30 años, la efeméride se cumple el último día de diciembre, el EZLN se alzó en armas. En esas tres décadas han visto pasar seis presidentes de la República y 10 gobernadores, aunque podrían ser 11 si contamos el breve interinato de Willy Ochoa para que su jefe Manuel Velasco pudiera contender por la senaduría y luego volver al cargo.

Los mandatarios estatales eran piezas movibles para tratar de atemperar la crisis que generó la insurrección. Elmar Setzer terminó el periodo de Patrocino González Blanco a duras penas y porque no había ya margen para quitarlo. González Blanco había sido llamado a la Secretaría de Gobernación, pero su permanencia se hizo imposible y lo relevó Jorge Carpizo.

Eduardo Robledo Rincón permaneció en el cargo del 8 de diciembre de 1994 al 14 de febrero de 1995.

Los malos gobiernos en Chiapas son lo común, pero por eso destaca Rutilo Escandón, el actual mandatario que se lleva las palmas por su ausencia y omisiones.

La situación es realmente crítica, pero como cuenta con el apoyo de Palacio Nacional, los chiapanecos fueron dejados a su suerte y en manos del crimen organizado.

Esto lo denunció el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas en el informe “Chiapas, un desastre”, un análisis crudo sobre la violencia, el desplazamiento forzado y las violaciones a los derechos humanos.

A estas advertencias se suma el EZLN y lo hace disolviendo los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ), las Juntas de Buen Gobierno y cerrado los Caracoles hasta nuevo aviso.

Los zapatistas ponderaron la situación y llegaron a la conclusión de que es mejor un repliegue que, por lo demás, irán explicando próximamente.

Es una decisión relevante que cambiará la estructura social y de poder en San Cristóbal de las Casas, las Margaritas y Palenque. El EZLN era una suerte de escudo, de blindaje ante la participación, cada vez más evidente, de grupos formados en la lógica paramilitar y alimentados por el control de las drogas y el tráfico de personas.

En los hechos, los zapatistas quedaron atrapados en una suerte de pinza, por un lado, los grupos criminales que avanzan en sus territorios y por el otro la negligencia de las autoridades estatales y federales.

En un mensaje, el subcomandante Moisés señaló: “hay bloqueos, asaltos, secuestros, cobro de piso, reclutamiento forzado, balaceras. Estos es el efecto padrinazgo del gobierno del estado y la disputa por los cargos que está en proceso. No son propuestas políticas las que se enfrentan, sino sociedades criminales.”

Hay una batalla, entre bandas del crimen organizado, por el control de la extorsión en contra de hoteleros, restauranteros y prestadores de servicios. Incendios en mercados y amenazas ya no veladas ante una policía inoperante.

Para el EZLN es una cuestión de sobrevivencia el instrumentar una estrategia distinta a la que imperó durante tres décadas y que en los hechos terminó por ser una solución, en teoría provisional, a un problema social evidente, que requirió de imaginación política los insurrectos y de los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, particularmente, con el cese unilateral al fuego, con el planteamiento de una negociación duradera y con la firma de los Acuerdos de San Andrés, aunque esto último haya terminado de la peor de las maneras y en una suerte de incumplimiento traicionero por las múltiples resistencias que se desataron.

Vicente Fox se abrió al diálogo e inclusive los zapatistas llegaron a la Ciudad de México y hablaron desde la tribuna de la Cámara de Diputados. Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto no tuvieron que ocuparse mucho del tema y con Andrés Manuel López Obrador la lejanía es evidente, al grado de que mejor podrán una pausa a en sus actividades de orden civil.

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Sí, hay un cambio, porque la seguridad que imperó en la zona Zapatista, no exenta de problemas a lo largo de los años, dejó de existir y se está dando paso, si no es que ya se dio, al control territorial del crimen organizado.

Es una crisis, si se quiere todavía soterrada, pero más que evidente y, por desgracia, no se vislumbra de que le vayan a dar la atención que merece.

Las vísperas del 24

En el TEPJF han dejado muy claro que la postulación de cuatro o cinco mujeres a las gubernaturas es un piso y no un techo.