Decision to Leave, los tiempos modernos según Park Chan-wook

El director surcoreano Park Chan-wook no puede hacer una película convencional, aunque se lo proponga. Decision To Leave (La decisión de partir, 2022) es una historia de amor, un drama detectivesco a la Alfred Hitchcock, una sutil crítica a la hegemonía china sobre Corea del Sur, diatriba a la incomunicación moderna, una comedia romántica de la época de las redes sociales, un drama humano sobre la obsesión y el abandono de sí mismo y, quizá, un descarado comercial de una marca de smartphones.

Jang Hae-joon (Park Hae-il) es un detective que padece insomnio. Obsesionado con su trabajo, persigue a un criminal en Busan. Buscando aumentar las estadísticas de su departamento, por orden superior, investiga también junto con su colega Soo-wan (un Go Kyung-Pyo, que está ahí para el clásico alivio cómico) el asesinato de un hombre que, practicando alpinismo, cayó misteriosamente de una montaña.

En los interrogatorios a sospechosos, llega el turno de entrevistar a la esposa del hombre, Song Seo-rae (una estupenda Tang Wei), una joven inmigrante china que sólo habla mandarín y utiliza el traductor de su teléfono para hacerse entender. Para Hae-joon será algo así como un embelesamiento desde la primera mirada.

Park Chan-wook, que ganó el premio al mejor director en la edición 2022 del Festival de Cannes por esta película, ha explicado que la inspiración para hacerla le vino de las novelas detectivescas suecas sobre el detective Martin Beck, creadas por el matrimonio de Maj Sjöwall y Per Wahlöö, en los años sesenta.

El director Park Chan-wook en su faceta más sobria y contenida.
El director Park Chan-wook en su faceta más sobria y contenida.

Así, el suyo, es un detective gentil y con un enfermizo sentido del deber. Park Chan-wook le quita los clichés de inmediato a su Hae-joon: no carga pistola, es sensible y está lejos de ser un super hombre. Está dejando de fumar y es, en cierta forma, un retraído e insomne torpe social.

Park Chan-wook aquí es un director más sobrio, capaz de no centrar su trama en la violencia y pesadilla psicológica que lo volvió una leyenda a comienzos de los dosmiles con la llamada Trilogía de la Venganza (Sympathy for Mr. Vengeance, El nombre de la venganza, 2002; Old Boy, Cinco días para vengarse, 2003 y Sympathy For Lady Vengeance, La señora venganza, 2005). Por momentos hasta parece burlarse de sus pasados excesos, donde un martillo bastaba para ponerle una golpiza a toda una banda. Pero su sobriedad es sólo un nuevo camino a la subversión.

Por momentos, parece realismo mágico a la coreana, como cuando Hae-joon entrevista a Seo-rae, sospechosa por el posible asesinato de su esposo, y lo que representa Chan-wook es una manipulación de la realidad, porque visualmente parecemos estar en el interior del detective, que quedó embelesado por la sospechosa, al grado de comprarle sushi caro, algo que el tacaño nunca hubiera hecho con otras personas. Y el interrogatorio parece parte de un cortejo, de una escena de In the Mood for Love (Deseando Amar, 2003) de Wong Kar-wai.

Es el nacimiento de un idilio mutuo, pero en medio, nuevamente trasfondos muy serios, como el hecho de que la sospechosa es una migrante china, que huye de un panorama social caótico en su país y que los dos son pésimos para comunicar lo que sienten. Decision to Leave es lenta, pero cada nueva revelación se acumula y contribuye a un desenlace épico.

La realidad es el límite

La forma en la que el realizador pone un límite a esa fantasía romántica es su aportación más palpable. Aquí no hay violencia que hace apartar los ojos de la pantalla o sexo explícito, como en el pasado; aquí sólo hay dos personas incapaces de comunicar lo que sienten, es lo más importante.

Perseguir al sospechoso lleva a Hae-joon a corretearlo por un cerro y cuando lo alcanza, ambos revientan de cansados. El hecho le da pretexto a Chan-wook de ejercitar su facilidad para la comedia caustica, pero también para hacer una extraña toma, que engarza el rostro y el gesto de Seo-rae a través de la verja de una cerca.

Todo va contribuyendo a un lenguaje de lo visual-inusual, cuando se trata de lo que estos dos sienten el uno por el otro y no cristalizan. Aquí el criminal, que los dos detectives luchan por arrestar, huye y no puede hacer parkour para saltar de edificio en edificio.

La cámara da un paneo complejísimo para revelar que los sujetos de este mundo están penosamente limitados por su realidad, aunque Park Chan-wook describa los sentimientos de sus dos amantes, como si fuera un filme de lo posible; la realidad y su condena de estar en extremos opuestos por todas las circunstancias los encadena siempre.

El encanto de la actriz Tang Wei, como Song Seo-rae, domina la película.
El encanto de la actriz Tang Wei, como Song Seo-rae, domina la película.

Spoilers sobre la película desde aquí

Y todo el tiempo es la decisión de irse, ella, cuando huye de China, debido a la situación política; de destruir al pasado al matar al marido viejo y la forma en que reacciona Seo-rae cuando contempla la obsesión de Hae-joon por su trabajo, pues este mantiene en su casa un montón de fotos de casos sin resolver, que lo tienen en el pasado, insomne, atado a una mujer que ya no ama en la ciudad ficticia de Lipo, donde tiene lugar la segunda parte del filme.

Y ella empieza a quemar las fotos de esos casos sin resolver, diciéndole que también debe pensar en partir, en dejar de estar atado a estructuras, instituciones y convenciones que no le llenan, que le atan, mientras su reloj vital corre raudo.

Es Hitchcock, pero en la época de los celulares, de las aplicaciones de localización, de los algoritmos, de las redes sociales, donde ya los componentes de la trama avanzan gracias a los smarthphones. En donde una larga escena involucra el chat invasivo del cuadro, en donde eso mismo le da relevancia y una actualidad que quizá en 20 años nos resulte risible.

Park Chan-wook va acostumbrándonos a esa comunicación tan deficiente y, de pronto, los personajes se transforman en puntos de geolocalización en el mapa de Google o de alguna otra app. Es algo necesario para entender el impacto del final.

Jang Hae-joon (Park Hae-il), el detective caballerito.
Jang Hae-joon (Park Hae-il), el detective caballerito.

Ese punto de geolocalización que al principio parece tan anodino, pero luego se convierte en algo realmente significativo, una vez que el autor entrega el contexto completo y los créditos finales aparecen.

Decision to leave es otra obra maestra de Park Chan-wook. Los guiños visuales no están ahí sin un sentido, algo que se nota cuando el espectador vuelve a ver la película. Es el estilo y gusto por lo bizarro del autor de la Trilogía de la Venganza, para contar una historia sencilla, pero que en sus manos se convierte en algo trascendente, que describe a la sociedad actual, con vidas atadas a esquemas destructivos que somos incapaces de abandonar para alcanzar la plenitud real de nuestras existencias.

La puedes ver en la Cineteca Nacional y otros cines.

Trailer de Decision To Leave:

Lanzamiento: 12 de enero de 2023 (México); País de origen: Corea del Sur; Idioma: Coreano/ Chino; Director: Park Chan-wook; Guion: Park Chan-wook/ Chung Seo-kyung; Con: Park Hae-il (Jang Hae-joon); Tang Wei (Song Seo-rae); Go Kyung-Pyo (Soo-wan); Lee Jung-hyun (Jeong-ahn); Shin-Young Kim (Yeon-soo); Jung Young Sook (abuelita Hae-dong).

Duración: 2 horas, 19 minutos.

 

Por Jesús Serrano Aldape

Jesús Serrano Aldape es escritor y periodista, graduado de la UNAM, licenciado en Ciencias de la Comunicación, se tituló con una tesis sobre el Universo Trágico de David Bowie. Le gustan la música, el cine y los videojuegos, el teatro, los deportes y la política, temas de los cuales ha escrito durante 20 años en publicaciones como Trasfondo, Milenio, Replicante, La Mosca en la Pared, entre otras.