El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que en Acapulco exista riesgo de estallido social debido al saqueo y la rapiña que se ha registrado en diversos puntos de la ciudad y aseguró que tampoco habrá “toque de queda” para evitar que esta situación continúe.
Tras las múltiples evidencias de saqueos en varias tiendas departamentales y negocios que resultaron afectados por el huracán Otis, el mandatario informó que se ordenó la instalación de retenes de la Guardia Nacional (GN), por lo que el puerto “está bajo control”.
Durante “La Mañanera”, el mandatario federal justificó esta situación y explicó que los saqueos en Acapulco y otros municipios afectados, se registraron a causa del caos, incertidumbre y miedo que originó el fenómeno meteorológico.
“Había una situación de emergencia, todo esto que sucede cuando hay una tragedia de estas dimensiones. Fue muy fuerte el impacto del huracán”, reconoció.
Indicó que incluso las instalaciones de la Secretaría de la Marina (Semar), el Ejército y la Guardia Nacional (GN) resultaron afectadas a consecuencia del pánico de la población.
“Era una situación bastante complicada, bastante difícil. Ahora ya hay retenes de la GN, ya se establecieron estos retenes para mantener el orden”, expresó.
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Precisó que no se ordenará ningún toque de queda porque los habitantes de Guerrero “son muy solidarios” y están dispuestos a ayudar a las autoridades. En relación con ello, señaló que durante su viaje a Acapulco pudo entablar comunicación con algunos damnificados.