El director del Centro de Oncología y Radioterapia de Oaxaca (CORO), Kennet Humberto Ramírez Vásquez informó que a nivel mundial, el cáncer es la segunda causa de muerte, pero ante la pandemia por COVID-19 no se debe suspender el tratamiento.
Informó que en 2020 diagnosticaron a cuatro millones de personas durante el 2020 y 1.4 millones fallecieron a causa de esta enfermedad.
Precisó que por sexo, los carcinomas más frecuentes en los hombres son: en un 21.7% el cáncer de próstata, 8.9% de pulmón y en un 7.8% de colorrecectal.
En el caso de las mujeres, el cáncer de mama es el de más alta incidencia con un 25.4% del total de casos, 8.5% en el pulmón y 7.9% el colerrectal.
Ante este panorama, dijo que el pasado 4 de febrero se conmemoró el Día Mundial de la lucha contra esta neoplasia, bajo el lema “yo soy y voy a”, con el fin de hacer un llamado a la población, a nivel colectivo e individual, para fortalecer las acciones dirigidas a reducir el impacto de este problema de salud pública.
Advirtió que se estima que la incidencia de cáncer aumentará aproximadamente en un 60% durante las próximas décadas, por lo que se prevé que la carga mundial para el 2040 sea de unos 30 millones de nuevos casos.
Sin embargo, enfatizó que estas predicciones pueden reducirse con cambios en los estilos de vida, entre los más importantes se encuentran la disminución o eliminación del consumo de tabaco y de la ingesta de alcohol; el incremento en el consumo de frutas y verduras, así como realizar actividad física.
El experto señaló que la pandemia a nivel nacional ha provocado interrupciones en los servicios de salud esenciales, incluida la atención del cáncer.
Pero esto puede traer como causa el incremento de muertes por no recibir el tratamiento estándar de manera oportuna.
Por lo cual, exhortó a los pacientes a continuar con sus tratamientos, tomando en cuenta las medidas sanitarias emitidas por la Secretaría de Salud Federal.
Mencionó que referente a la aplicación de la vacuna contra la COVID-19 en pacientes oncológicos, esta se deberá restringir en caso de un diagnóstico de: neutropenia grave (baja de defensas demostrado por laboratorio clínico), neutropenia febril (fiebre y un número de neutrófilos en la sangre más bajo que el normal), y durante los 14 días posteriores a un procedimiento quirúrgico.
El director del CORO indicó que en caso de asistir a un centro hospitalario, se recomienda el uso de doble cubrebocas tricapa o uso de KN95, googles o careta.
Detalló que los pacientes oncológicos con COVID-19, asintomáticos o sintomáticos, deben suspender el tratamiento temporalmente y retomarlo en caso de no tener complicaciones entre los 14 y 21 días posteriores al inicio de síntomas.
Explicó que las personas programadas para cirugía oncológica, deben realizarse la prueba PCR entre 24-48 hora, aunado a una tomografía de tórax antes del procedimiento, de ser negativa se podrá continuar con el manejo quirúrgico.
