Cerca de 40 mil personas son beneficiadas con la venta de bonos de carbono en Oaxaca; a pesar de que uno de los principales retos que enfrentan las comunidades que integran estos proyectos ecológicos son las malas prácticas que otros proyectos han implementado, destacó Rosendo Pérez Antonio, encargado del enlace internacional de la asociación ICICO.
Ante este reto la Integradora de Comunidades Indígenas y Campesinas de Oaxaca (ICICO) se ha dado a la tarea de socializar la información de cómo opera la asociación.
Esta socialización se lleva a cabo mediante asambleas comunitarias, para que los habitantes estén enterados de lo que ocurre al interior del organismo y qué destino tienen los recursos que ingresan, indicó Rosendo Pérez.
“Nosotros lo que hacemos es una planeación del gasto, con los recursos que entren con la venta de los bonos de carbono y aquí participa la misma gente de la comunidad (…) pero quienes terminan decidiendo que se va a hacer con ese recurso es la misma comunidad, a partir de un análisis que se hace de las deficiencias o de los posibles retos”, expresó el encargado del enlace internacional.
Cabe mencionar que la Integradora de Comunidades Indígenas y Campesinas de Oaxaca (ICICO) te espera el próximo 26 y 27 de octubre a la venta de bonos de carbono en el mercado internacional del proyecto Carbono, Agua y Biodiversidad Indígena, (Carbioin) en el municipio oaxaqueño de Santiago Xiacuí.
Pérez Antonio indicó que la democracia predomina en todo proceso: “una vez que esta planeación está completa se presenta ante la asamblea de comuneros y es la misma asamblea que decide si hay que seguir haciendo planeación”.
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La Integradora de Comunidades Indígenas y Campesinas de Oaxaca está integrada por doce comunidades y suman unas 40 mil hectáreas. “Cerca de 40 mil personas integran el ICICO y son beneficiadas con este proyecto”, indicó durante una entrevista para Trasfondo. Resaltó que una hectárea ayuda a limpiar seis toneladas de captura del dióxido de carbono.
Por otro lado, otro de los organizadores indicó que, otro reto que enfrentan es el sector minero, ya que destruye y acaba con la vida de todo lo que está a su alrededor, por lo que se han dado a la tarea de conservar sus bosques para que haya más vida. “A parte de vida hay generación de ingresos entre las comunidades participantes».
