Increíble pero cierto, los huesos de un humano le salvaron la vida; ya que un peatón que transitaba por las calles de Mariano Otero e Inglaterra en Guadalajara observó cómo de una alcantarilla, de una toma de luz subterránea, salían y entraban unos huesos, por lo que llamó al 911.
De acuerdo con el reportero Héctor Escamilla, el pasado 20 de enero, Protección de Civil de Jalisco, además de autoridades de seguridad y elementos forenses; acudieron a su rescate, por lo que tuvieron que quitar los candados con los cuales lo había encerrado.
Los agresores cerraron con candado. La víctima uso los huesos que estaban con él para asomarlos por un pequeño agujero en el bocal del pozo. Así fue como un joven peatón se percató del hecho y avisó al 911. Los huesos por la evolución, tenían al menos un año en el sitio. pic.twitter.com/hLvSBVWhT1
— Héctor Escamilla (@HectorXkamylla) January 22, 2022
Al destapar la alcantarilla encontraron a un hombre de 58 años con vida, quien había sido encerrado en un pozo, para que falleciera de hambre.
La víctima pasó cinco días sin comer y sin tomar nada, por lo que presentaba un avanzado cuadro de deshidratación e inanición.
De acuerdo con los reportes, el hombre rescatado encontró unos huesos, con los que trató de pedir auxilio; según las autoridades, corresponden a otra persona que murió encerrada más o menos hace un año.
A la víctima lo dejaron encerrado desde el sábado 15 de enero, después que sujetos armados lo privaron de la libertad cerca de su domicilio de Lomas de Polanco.
Lo golpearon en la cabeza y lo dejaron en el pozo de 2.3 metros de profundidad y simplemente lo cerraron y colocaron un nuevo candado.
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De acuerdo con el hilo Héctor Escamilla, en esa zona de Pueblo Quieto, junto a las vías, hay al menos otros ocho pozos de visita en ambas aceras, también cerrados con candado.
Sin embargo, enfatiza que las autoridades no han revisado estos pozos para descartar que también hayan sido usados como mazmorra.