La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) recuerdan este martes a Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón (6 de julio, 1907-13 de julio, 1954) icono y referente de artistas y de varias generaciones de mexicanas y mexicanos.
Hoy se mantiene como una figura vigente que colocó al arte mexicano al centro de un debate sobre la identidad y la libertad.
“Frida Kahlo, más allá de su conocida biografía, su trabajo toca temas que hoy forman parte de nuestros recientes debates: como la enunciación de una identidad fuera de los parámetros hegemónicos, la expresión del cuerpo como un territorio político, disidente”, señala la directora del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, Marisol Argüelles.
Para la también historiadora de arte y curadora, el trabajo de Frida se desmarcó del proyecto dominante de la posrevolución para abordar un universo más íntimo, desde el cual construyó imágenes imborrables que la han convertido en un referente para muchas generaciones.
“Vale la pena revisar la apropiación que de ella han hecho numerosos colectivos y movimientos artísticos, de ahí que artistas jóvenes sigan reinterpretando su obra a partir de nuevas perspectivas”, indica.
La obra plástica de Frida Kahlo está ligada a una vida desarrollada en el centro de la escena artística del siglo XX. Para algunos artistas de su época, su creación está inmersa en el surrealismo, lo cual nunca aceptó, pero el sufrimiento plasmado en los lienzos refleja su realidad, la cual caracteriza su personalidad genuina, controvertida y seductora.
Su obra es un referente de la cultura popular mexicana y es recordada como una luchadora social que defendió sus ideales
Tanto en México, como en el ámbito internacional, su obra es un referente de la cultura popular mexicana y es recordada como una luchadora social que defendió sus ideales y encontró en la pintura una forma de expresar el sufrimiento físico.
Actualmente, las nuevas generaciones han adoptado a Frida Kahlo como bandera del feminismo, de la discapacidad, de la libertad sexual y de la cultura mexicana, tanto por su lenguaje artístico, vestimenta y decoración de su casa, mediante los cuales rescata las raíces del arte popular.
Tras permanecer en Estados Unidos entre 1931 y 1933, Frida Kahlo y Diego Rivera regresaron a México para habitar el estudio de San Ángel; sin embargo, la artista vivió de manera intermitente en este lugar y finalmente regresaría a vivir en la Casa Azul de Coyoacán.
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Para recordar a Frida Kahlo a 114 años de su nacimiento, se realizó una selección de sus escritos que muestran su faceta epistolar y son muestra de su “lenguaje desparpajado, imaginativo, con el corazón y la intimidad al desnudo”, como lo describía Raquel Tibol. Las cartas, dirigidas a su padre, Diego Rivera y diversos artistas, podrán ser vistas a través de redes sociales en diferentes horarios.
Cabe señalar que el 18 de julio de 1984 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que declara Monumento Artístico de la Nación toda la obra de Frida Kahlo, entre las cuales destacan Autorretrato con monos, Viva la Vida, Unos cuantos piquetitos, La columna rota, Diego en mi pensamiento y Las dos Fridas, entre otras obras.