López Obrador nunca pudo ser presidente para todos los mexicanos, solo lo hizo para sus 30 millones y con eso se conformó, no tengo duda de que es un buen estratega político, le gusta la campaña y como opositor fue de lo mejor, hacía temblar a quien estuviera en el poder con miles de personas reunidas en las plazas, la gran expectativa que provocó cuando ganó la elección del 2018 se esfumó muy pronto.
La conferencia mañanera ha sido su instrumento para gobernar, nunca fue un ejercicio de comunicación circular, tampoco funciona netamente para ejercer el derecho de réplica, se trata únicamente de propaganda para fijar la narrativa de que todo está bien, aunque la realidad lo desmiente en todo momento, 103 mentiras por mañanera, incluso 230% más que el expresidente de EU, Donald Trump, acusaciones y desde ahí se pone en el paredón a los que López piensa son sus adversarios, le sueltan a la jauría qué opera Jesús Ramírez Cuevas y sus esbirros.
La mañanera es todo el gobierno de López Obrador, para bien y para mal, esa táctica comenzó cuando fue jefe de Gobierno del DF, desde ahí le fijaba la agenda a Vicente Fox que se enganchaba un día sí y el otro también, lo movía como se le antojaba al tabasqueño, pero con su derrota en el 2006 tuvo que guardar esa herramienta hasta que se convirtió en presidente, disculpas por lo reiterativo, pero ese es su gobierno, unas tres horas diarias.
La candidata de la Alianza Xóchitl Gálvez, prepara su mañanera para contestar todos los días los puntos fundamentales dichos por López Obrador, una estrategia que parece otra ocurrencia del equipo de Xóchitl quien quiere seguir con los reflectores, aunque una sobre exposición a los medios va a causar cansancio para los electores que ya resienten los miles de spots, bardas, propaganda en exteriores y en redes sociales que supuestamente eran solo para los militantes, además cabe resaltar que con quien contenderá en las elecciones es con Sheinbaum, no con el presidente que se va a ir a su rancho.
Hay varios puntos que se pueden anticipar. Primero, a Claudia Sheinbaum la van a cuidar y van a buscar con todo que ella no conteste las provocaciones de la hidalguense. Segundo. La idea es que López Obrador responda con furia y que el Instituto Nacional Electoral le ponga restricciones. Tres, que sea Xóchitl Gálvez quien exponga las carencias y los silencios de Claudia Sheinbaum en este tiempo de intercampaña. Pero ojo porque López Obrador tiene un colmillo largo y retorcido y seguramente en esas mañaneras entrarán los seguidores o enviados de Palacio Nacional que buscarán meter en aprietos a la opositora.
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Me dicen que no todos los del equipo de Gálvez estuvieron de acuerdo en hacer “la mañanera verdadera”, aunque si le meten inteligencia y seriedad podrá convertirse en un espacio interesante, sino quedará como tropezón y anécdota para la candidata Xóchitl Gálvez, veremos de que está hecha porque insisto la contrincante es Claudia, no López… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
De vergüenza la titular de Comisión Nacional de Derechos Humanos que destruyó la reputación de sus apellidos por ser porrista del régimen.
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