Los SSO (Servicios de Salud de Oaxaca), hoy secretaría, ha sido una de las dependencias más robadas, ultrajadas, violadas, manoseadas y aplastadas por la corrupción.
Un exfuncionario «de alto nivel» del sexenio pasado, un día me invitó a desayunar. Y dentro de todo el relajo y el cotorreo, nos comentó a los presentes que AMLO los tenía «atados de manos» con respecto al presupuesto federal para Salud. El gobierno estatal exigía cierta cantidad de dinero a la Federación y ésta, para garantizar su inversión legítima, sólo les pedía un requisito irrenunciable: «Sí, les damos los millones que quieran, pero esos millones, así como se los entregamos en sus manitas, los deben invertir de inmediato y sin intermediarios a la Salud, y además deben aportar una parte importante de su presupuesto estatal, en proyectos que ambos gobiernos analicemos y decidamos, para excluir y erradicar cualquier intento de fraudes o de obras inconclusas».
Pues sí, si el anterior gobierno estatal pedía dinero para Salud, ese dinero se debía gastar en Salud, ¿O para qué más lo querrían? ¿Para robarlo? ¡Ay, no, no creo!
Entonces, no era lógica la molestia de aquel ex funcionario, pues si les daban aportaciones para Salud, que la Federación obligaba a gastar en Salud, debía estar contento y satisfecho, ¿O no?
Como quiera, exfuncionarios corruptotes de Salud presuntamente buscaron y encontraron formas para burlar los candados que la Federación ponía para evitar fraudes, peculado, desvíos y todos los delitos ya conocidos. Un director del hospital de Juchitán, Memo Valderrama (publiqué algo al respecto hace tiempo), presumía un reloj de alta gama en sus redes sociales, de más de 1 millón de pesos. En Sinfra (obras públicas), como otro ejemplo, presuntamente se facturó la pintada de una escuela en unos 180 millones de pesos, así que robar, cometer peculado, desviar, no fue difícil. Lo difícil sería ahora lidiar con las auditorías, investigaciones y probables procesos penales, si en realidad la 4T se faja los pantalones en Oaxaca y no tropieza con esa tradición prianista de vender impunidad.
Como encargada de los SSO, Alma Lilia Velasco tiene dos grandes retos que vencer: 1. Meter al botellón a los ladrones criminales que manosearon y exprimieron la dependencia. Y 2. Aportar, sacar la garra, ése es otro gran reto, como dependencia estatal de gobierno y, al mismo tiempo, preparar el terreno para que los servicios del IMSS Bienestar lleguen a nuestra entidad sin complicaciones, sin lloriqueos y alaridos, marchas, bloqueos y plantones de inconformes.
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Dicho de otro modo, los servicios de Salud en Oaxaca se van a FEDERALIZAR; es decir, que la Federación los administrará, y aquí en la entidad nadie le va a meter mano mañosa a los presupuestos. Tiene, pues, Alma Lilia Velasco, muy poco tiempo para demostrar trabajo como encargada de los SSO, denunciar a ex funcionarios delincuentes y poner de a pechito a la dependencia para la transición a la federalización… ¡Éxito!