Última llamada para el canciller

Palabras Más | Ebrard tiene dos opciones: o termina el sexenio en su cargo o renuncia para luchar por la presidencia en 2024

Última llamada para el canciller

Sin lugar a dudas, el funcionario más eficiente y dócil de la 4T se llama Marcelo Ebrard. Al presidente López Obrador le ha cumplido todas las tareas encomendadas y hasta le ha enmendado la plana por aquello de su ignorancia en diplomacia y política exterior. Ha sido el rostro del país y representante en los eventos a los que el tabasqueño les huye.

Cuando llegó la administración de López Obrador, el nombre de Marcelo se inscribió de manera natural en la lista de los posibles sucesores del actual mandatario, aunque éste ya le negó la posibilidad en 2012, cuando le “ganó” la encuesta al entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México.

Después del proceso electoral del Estado de México y Coahuila, vendrá la definición para que los morenos tengan sus precandidatos. Los tiempos apremian y Ebrard se ha estancado en las mediciones. Aunque es el más cercano perseguidor de Claudia Sheinbaum, los números no le alcanzan para ser competitivo.

Si la elección de candidato fuera hoy, tendría que asumir su derrota, aunque ya sabemos que la única encuesta que contará será la que quiera el presidente López Obrador y ahí está la clave para seguir agradando al inquilino de Palacio Nacional.

Aunque Marcelo y los suyos ya se han organizado para aumentar la presencia del aspirante, como lo han hecho en las 16 alcaldías y en las ciudades más importantes, las actividades propias de la cancillería no se lo permiten.

De su oficina me cuentan que ya está redactada la carta de renuncia que le dará la libertad que necesita para ir a recorrer el país. Ese mismo personaje me dice que en Palacio Nacional ya lo saben y están haciendo todo lo posible para que no se vaya tan pronto, por eso le tienen una agenda muy apretada. Además, lo necesitan para desactivar algunos trabucos en los que se ha metido la administración federal.

Que quede muy claro, Ebrard saldrá de la Secretaría de Relaciones Exteriores sólo si López Obrador le da permiso, porque es hasta dependiente en temas de crisis como el que se vive con Estados Unidos, entonces no se ve tan fácil.

Ante las críticas y sugerencias de congresistas republicanos de convertir a los carteles en terroristas y justificar incursiones en nuestro territorio, el presidente López mandó a Marcelo a Estados Unidos para mantener reuniones con los cónsules y empujar lo dicho de que los compatriotas que pueden votar en aquel país tomen nota a la hora de ejercer su voto y hacer eco de los golpes del gobierno mexicano contra el fentanilo.

Así, el presidente encuentra en los republicanos un nuevo contrincante para estar peleando, desviando la atención del problema de inseguridad que se vive de este lado y que, con la muerte de dos ciudadanos estadounidenses, uno más herido y una mujer que salió ilesa en Tamaulipas, se reavivó ese desencuentro con algunos republicanos. Obviamente, eso mantiene ocupado a Ebrard en sus tareas de canciller y amarrado para hacer proselitismo como las otras “corcholatas”.

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En los próximos días, Marcelo Ebrard deberá tomar su decisión: o se queda en la cancillería para terminar el sexenio y con ello perder su última oportunidad para buscar la presidencia o se corta el cordón umbilical y toma distancia de una vez por todas de quien ha sido su jefe desde el 2000. Podría dar un manotazo fuerte que lo catapulte, aunque ya sabemos que Marcelo siempre será sumiso… pero mejor ahí la dejamos.

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Hasta la próxima.

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