1) Jay-Jay Johanson
Silver Screen (29 Music, 2021)
Recorrido por la música de películas afines al sueco, emblema del perdedor crónico
Calificación: 7
Jay-Jay Johanson se da a la tarea de versionar momentos musicales de sus películas favoritas, imprimiendo una dosis de melancolía, jazz y oscuridad, en Send In The Clowns, de Judy Collins, usado en la película Joker, o Both Sides Now de Love Actually, en la cinta interpretada por Joni Mitchell. O Moon River, que canta Audrey Hepburn en Breakfast at Tiffany’s. Aunque el estilo de Jay-Jay es único, termina repitiéndose, pero es un disco corto y no estorba a su disfrute.
Johanson canta al tempo clásico de Bing Crosby unos demenciales villancicos que en tono evocan lo mismo una imagen cálida que un torturado espíritu. Llega a su clímax con A man could get killed, de la película de culto de 1944, Strangers in the Night, cantada por Frank Sinatra. Y She Was Beautiful (Cavatina), de The Deer Hunter, un instrumental en el film, al que la cantante de jazz Cleo Lane luego puso letra. Un homenaje de este enigmático artista a la tradición fílmica.
Un buen tema para entrar en el disco:
2) Fito y Fitipaldis
Cada vez cadáver (Warner Music, 2021)
Fito sintiendo la bola de años en su primer álbum desde 2014
Calificación: 8
Con la filosa guitarra a la Mark Knopfler, Fito Cabrales repasa melancólicas y reflexivas etapas pasadas. Cada vez cadáver, el tema titular, pone los elementos sobre la mesa, y luego los Fitipaldis empujan hacia otras latitudes la música, dejando brillar a cada uno de sus músicos, como en la espléndida Cielo Hermético, donde Fito canta: “…la vida se nos va tan rápido, no hay tiempo de sentir el vértigo…”, y la guitarra respondiendo con pasión su invocación de emociones.
En otras, como en A quemarropa, los Fitipaldis respaldan los versos de Fito con una base más parecida al rock progresivo con metales y guitarras, pero sin abandonar el rockabilly que alimenta Fantasmas, o el blues de Morir Cantando. Y un trío de baladas, con Las palabras arden, como el tema que más informa la inspiración de Fito para volver a componer tras las reflexiones suscitadas por la finitud de los días de confinamiento. Un regreso intenso y afortunado.
Un buen tema para entrar en el disco:
3) Black Country, New Road
Ants From Up There (Ninja Tune, 2022)
Aventurada banda de veinteañeros británicos arroja todo al asador en un deslumbrante segundo disco
Calificación: 10
Ni se había asentado el polvo tras su primer disco, el ecléctico y locuaz, For the First Time (2021), cuando el ensamble se lanzaba en forma ambiciosa al vacío con Ants From Up There, sólo para que Isaac Wood, su vocalista, se retirara del medio debido a problemas de salud mental, dos semanas después. Wood incluso ya estaba creando un lore interno y un estilo que iba muy bien al experimental halo del septeto, que incluye una violinista y un saxofonista en el elenco.
Podría interesarte: Diez buenos discos que nos dejó la pandemia
Pero si es el fin de la banda como se conocía, queda como testimonio este disco, que surca de la parodia de Broadway en Chaos Space Marine, al caos contenido de Concorde y Bread Song, pasando por el absoluto bajón anímico de Mark’s Theme, tributo al tío del saxofonista Lewis Evans, fallecido en la pandemia; el comienzo de tres temas que desafían al escucha, y dirigen a la puerta, a la bizarra Basketball Shoes, 12 minutos de iluminación hecha para tocarse en vivo. Joya absoluta.
Un buen tema para entrar en el disco:
4) The Weather Station
How Is It That I Should Look At The Stars (Possum, 2022)
Apacible continuación de la banda de Tamara Lindeman al excelso Ignorance
Calificación: 9
De la canadiense, una vez actriz y ahora convertida en una de las letristas más emotivas de los últimos tiempos, llega una obra más intimista que Ignorance, que para muchos fue el álbum del año en 2021. Acá la idea es Tamara y el piano, otra vez envuelta en sus preocupaciones ecologistas, con la fórmula de algunos instrumentos tocados por sus virtuosos músicos acompañándola en los clímax de sus tiernas declamaciones a la Sarah McLachlan, su ilustre paisana.
“Soy floja, sólo quiero hablar sobre ti”, canta en To Talk About, siguiendo la melodía. O Sway, donde la percusión sutil la dirige, o el dueto, con una sutil voz masculina que no le roban ni un ápice de reflector en Sleight of Hand. Una suerte de meditación introspectiva en que nos obsequia un puñado de canciones sencillas, en espera de la recarga de sus energías creativas rumbo a un próximo disco tan esencial como Ignorance. Belleza, si se puede resumir en una palabra.
Un buen tema para entrar en el disco:
5) Arooj Aftab
Vulture Prince (Verve, 2021)
Gazals con amor de la pakistaní radicada en Nueva York, hoy ganadora de un Grammy
Calificación: 9
“Sin basura, ella sólo va al corazón de las cosas”, así describe el multinstrumentista Shahzad Ismaily a Arooj Aftab, quien con Vulture Prince, su tercer álbum, dedicado al deceso de su hermano, supera todo lo anterior. Usando la canción romántica tradicional paquistaní, o gazals, cantados sin percusiones, como si Arooj quisiera evitar deliberadamente el latido del corazón en el homenaje a su hermano ido, algo que le confiere un aire etéreo a la música.
Podría interesarte: Eva de Marce, La Niña del Volcán en la cárcel del exotismo
Piezas como Inayaat y Mohabbat muestran esa interesante fusión entre cantos religiosos sufí, jazz y blues, pero la artista le guarda su reverencia a la Brooklyn donde habita, con el free jazz de Last Night, único tema cantado en inglés que se desborda y nos muestra su faceta más sensual. El éxito de la obra motivó el anuncio de una edición Deluxe, que estará disponible el 24 de junio próximo, como aliciente para esperar su próximo y ya anhelado siguiente disco.
Un buen tema para entrar en el disco: