Los de la 4T siguen en la resaca de la gran fiesta que fue, para ellos y sus seguidores, la inauguración del AIFA. Un lugar que pretenden vender como primer mundo, pero de esos hay más de 20 en China y otro tanto que siguen en construcción con todo y las vías de conectividad que al Felipe Ángeles le faltan.
Lo que no se puede negar es que la pachanga estuvo llena de simbolismos y mensajes políticos para lo que viviremos en la recta final de la administración de López Obrador y su sucesión.
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En Santa Lucía estuvo la plana mayor de la 4T, todo el gabinete. Me cuentan que el presidente no quiso tomar la palabra para que fueran los oradores quienes exaltaran su trabajo, unos golpes más al ego del tabasqueño, quien se verá coronado con la consulta de revocación de mandato,
Mandar el mensaje de que hay aprobación a pesar de la caída que reflejan las encuestas; hay pérdida en esos 30 millones de mexicanos que le dieron el beneficio de la duda. Vaya que le salió la jugada de que lo ensalzara la oposición.
El gobernador del Estado de México no tenía margen de maniobra para hacer alguna crítica, menos porque el aeropuerto se encuentra en la entidad que gobierna y que es una de las más violentas del país. Nada más hablar de llegar al AIFA en transporte público, cuando la carretera México-Pachuca es donde más robos a pasajeros se cometen.
Pero más allá de eso, a Del Mazo Maza se le ha visto desde el 2018 muy cercano al presidente. Eso le ha valido tensión con Alejandro Moreno, líder del PRI nacional. Hay quien lo coloca como uno de los tapados para el 2024. La otra lectura es que en ese pacto de impunidad no firmado con Peña Nieto también va su pariente.
El otro que es visto como traidor a los ojos de los tricolores es Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, que en unos meses dejará el encargo y se sabe que, como lo hicieron a un lado en la elección de su sucesor, se la va jugar con Morena.
Para ello esta Julio Menchaca, que ya presume el apoyo de Palacio Nacional, y aunque no hace referencia a Fayad Meneces, hay acercamiento para que de ganar todo sea terso. En una de esas el todavía gober hidalguense se va a despachar a una embajada, o para el 2024 de nuevo senador de color guinda, por eso tanto amor a la 4T.
La otra oradora, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que parece la consentida de López Obrador. Sin embargo, como éste se maneja con las viejas liturgias de los priistas setenteros, es muy probable que sólo sea el señuelo mientras por debajo prepara a su tapado.
En ella no hubo sorpresa, es una fiel repetidora del discurso presidencial. Cuando los tiempos se aprieten, le van a recordar los 26 muertos del Rébsamen, los otros 26 de la Línea 12, y los más de 42 mil fallecimientos por la pandemia, además de escándalos de corrupción de sus colaboradores.
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Marcelo Ebrard, muy sonriente, estuvo presente y cada día, a pesar de ser obediente y resolver problemas, se ve lejano que su patrón se decante por él para la candidatura; se le ve hasta resignado.
Todos aprovecharon para la foto, para saludarse, para hacer sus numeritos, para gritarle a López Obrador, varios de ellos bajo la lupa de la corrupción como Bartlett, Rocío Nahle, José Ramón López Beltrán, Delfina Gómez, Arturo Zaldívar y muchos más, iconos de la 4T que hoy tienen resaca.
El gran ausente y con eso confirma la ruptura con el presidente, se llama Ricardo Monreal, quien por ningún motivo está en la lista de López para el 2024… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Delfina Gómez, secretaria de Educación Pública, tiene que explicar el fin del programa Escuelas de Tiempo Completo. Va a la Cámara de Diputados y ellos saben que es la más adelantada para ser candidata de Morena en el Edomex. Por eso le van a dar con todo.
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Hasta la próxima.