Existe un universo detrás y delante de un libro.
Sabes que el final se acerca cuando cierras
el último libro y te preguntas: Y ahora, ¿qué viene?
Jean Paul Sartre
@arturosuarez
La realidad del PRI es clara. Aquello del gran partido postrevolucionario y sus logros solo quedan para la historia y el recuerdo. Hasta ahora nadie puede hacerle frente a Alejandro Moreno en operación para reelegirse hasta el 2032.
Moreno Cárdenas dice que es por el bien del partido y es para defender a México en lo que viene. El tal Alito será senador, coordinador de su bancada y presidente del PRI, ya no importa sobre quién tenga que pasar, se trata de aferrarse para vivir un sexenio más.
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Ni Dulce María Sauri, ni Francisco Labastida, ni Beltrones le representan obstáculo para realizar sus planes.
Pero seamos claros, Alejandro Moreno tiene razón en que la debacle del PRI se gestó desde 1988 con Salinas de Gortari y luego el magnicidio de Luis Donaldo Colosio, después Ernesto Zedillo. Ya en este siglo el regreso del PRI con Peña Nieto y la insultante corrupción.
Dulce María Sauri pidió concluir la presidencia de Alito y dejar al partido, además le pidió reflexionar sobre su pertenencia al partido, incluso de trabajar por recuperar el orgullo de la militancia en las causas del Partido Revolucionario Institucional, de igual forma adelantó que ella no se irá del tricolor y trabajará porque el instituto político no siga secuestrado.
En su caso, Francisco Labastida aseguró que es muy probable que los críticos de Alejandro Moreno “nos salgamos del partido” e insistió en que no se equivocó al señalar que Alejandro Moreno iba a entregar y enterrar al PRI.
Por su parte, Manlio Fabio Beltrones dijo que con las decisiones que está tomando el actual dirigente del partido, Alejandro Alito Moreno, parece que los cambios se están dando a capricho y contentillo, lo cual podría desencadenar en la decisión de que la dirigencia pueda ser reelecta hasta el 2050.
Los priistas tienen mucho pasado de qué avergonzarse. Un presente incierto, con un líder autoritario al cual ya llaman Don Perpetuo.
A los tricolores se les terminaron las figuras y la autoridad interna para que Alito se quede ocho años más.
Políticas de ocurrencias
El presidente López Obrador ha repetido una y otra vez que tendremos un sistema de salud mejor que Dinamarca. El tiempo se le terminó y obviamente no lo van a conseguir.
Sólo hay que observar la temporada de lluvias cómo hace estragos en clínicas y hospitales, goteras e inundaciones, fallas en la energía eléctrica; lo que se suma a la crisis de falta de medicamentos, citas espaciadas y equipos descompuestos.
En el Edomex, Oaxaca, Mérida y Tamaulipas se han visto interrumpidos en sus servicios por las lluvias tan fuertes que han causado huracanes y ciclones.
Lo mejor que atinan a decir desde Palacio Nacional es que los de LatinUS se robaban el dinero de medicamentos. ¿Si eso es así, por qué no los denunciaron? ¿Ellos son los culpables de qué el presidente no cumpla su palabra?
Entre Palabras
Un año sin Porfirio Muñoz Ledo. No hay que olvidar que advertía lo que sería el final del sexenio, la 4T y sus relaciones peligrosas.
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Hasta la próxima.
