La persona más longeva del mundo, la japonesa Kane Tanaka, falleció a los 119 años, así lo informaron las autoridades locales este lunes.
La anciana, que vivía en un asilo, gozaba de buena salud, donde pasaba en calma sus días de retiro viendo televisión y estudiando matemáticas.
Se casó en 1922 con Hideo Tanaka y tuvo cuatro hijos; además de adoptar a uno más.
Se tenía contemplado que participará en silla de ruedas para el relevo de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero la pandemia de COVID-19 frustró los planes.
En 2019, cuando los Récords Guinness del Mundo la reconocieron como la persona viva más vieja, se le preguntó en qué momento de su vida había sido más feliz y respondió: “Ahora”.
Tanaka se levantaba normalmente a las 6:00 de la mañana y dedicaba sus tardes a estudiar matemáticas y practicar caligrafía.
“Uno de los pasatiempos favoritos de Kane es una partida de Othello y se ha convertido en una experta en el clásico juego de mesa, ganando a menudo al personal de la residencia”, dijo Guinness.
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El gobernador local Seitaro Hattori destacó la vida de Tanaka: “Estaba deseando ver a Kane en el Día del Respeto a los Mayores de este año (una fiesta nacional en septiembre) y celebrarlo juntos con su refresco y chocolate favoritos. Me entristece enormemente la noticia”, dijo en un comunicado el lunes.