En medio de una multitud de espectadores, un futbolista fue ejecutado cuando estaba a punto de cobrar un tiro de esquina en pleno partido de futbol.
El crimen fue perpetrado en una cancha deportiva a menos de 200 metros de donde se encuentra un retén de la Guardia Nacional, en Tuxtla Chico, a pocos kilómetros de Tapachula.
Los hechos ocurrieron el medio día de ayer, cuando hasta el Campo del Sacrificio llegó un comando armado a bordo de una camioneta Nissan Frontier color negra, de la cual bajó un hombre y se dirigió hasta el jugador con la playera número 6, de nombre Darinel Santiago alias El Ojitos, de 37 años, a quien le hizo varios disparos con una R15.
La acción del grupo armado provocó que las personas que se encontraban en el lugar se dispersaran y gritaran despavoridos.
Tras la ejecución, los hombres abordaron su camioneta y se fueron del lugar de los hechos. Sus compañeros jugadores corrieron para ver al Ojitos tirado en el césped, en ese momento ya estaba muerto.
Policías municipales y estatales, así como miembros del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, llegaron al lugar y montaron un operativo para buscar a los sicarios pero sin éxito alguno.
Personal de Servicios periciales acudió también al lugar para realizar el levantamiento del cuerpo, mismo que fue trasladado al servicio médico forense.
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Tapachula, Tuxtla Chico, Suchiate, Cacahoatán y otros municipios fronterizos viven una serie de enfrentamientos entre grupos civiles armados que se disputan el control del territorio, lo que ha dejado también una ola de ejecuciones como la de este jugador de futbol.
