A estas alturas y con el fracaso en muchos frentes de Andrés Manuel López Obrador y su 4T, la oposición debería estar fortalecida, compacta, con verdadero plan de trabajo para enfrentar el proceso electoral qué vendrá el próximo año. En lugar de eso se ha metido en un embrollo que resultó su método de selección para tener abanderado, no hay sorpresa y serán los de siempre.
Como reza el clásico de la política nacional, “La forma es fondo”. La presentación del método por el cual los de Va por México obtendrá a su candidato resultó una fiesta de aquellas con invitados incómodos e impresentables que no abonan a la causa. Ahí estaba Vicente Fox Quesada, el que sacó al PRI de Los Pinos y luego fue un rotundo fracaso. De corrupción y malos manejos estuvo su sexenio que, por cierto, terminó mandando Martha Sahagún. Pero no fue el único, también estuvo Claudio X. González, acusado por López Obrador de ser el líder de la mafia que quiere regresar.
Por ningún lado se escuchó la posibilidad de que PRI, PAN y PRD puedan ofrecer una disculpa a los ciudadanos. Que no se olvide la corrupción de Enrique Peña Nieto o el baño de sangre de la guerra contra el narco de Felipe Calderón. Los muertos, el “daño colateral”. estos y los de ahora, tienen una gran deuda con el país, pero así es el sistema partidista que les da oportunidades de regresar, aunque ahora se vea muy lejana.
El sistema está hecho para que se beneficien los de siempre. El famoso método que se presentó descalifica de facto a varios de los que habían levantado la mano. Seamos claros: sólo tendrán posibilidad de cumplir los requisitos de las 150 mil firmas, los debates y las encuestas, aquellos que pertenezcan a uno de los tres partidos.
Es decir, se utilizará esa estructura para proyectar a los que las cúpulas quieran, eso reduce la lista y se vuelve más pequeña con los nombres de Santiago Creel, Miguel Ángel Mancera y Enrique de la Madrid. A Lilly Téllez no la van a dejar pasar y los demás serán anécdota.
Bueno, hasta se anunciará una plataforma digital donde los ciudadanos podrán votar por alguno de ellos. Y según para evitar la infiltración de Morena o de gobiernos, sólo podrían votar ciudadanos sin partido o aquellos inscritos en los padrones de los tres partidos, y se les negará el voto a quienes sean militante de Morena, PT y PVEM. En paralelo se llevan a cabo encuestas telefónicas y presenciales, así como una votación primaria.
Los opositores cayeron en la trampa que les tendió López Obrador, que juega a dos bandas. Por un lado, mueve a sus “corcholatas” que se están dando con todo y ese fue el anzuelo para empujar a Va por México para que le entre a la contienda anticipada. Por el otro lado, le habla al oído a los tres líderes de oposición y les sugirió método, lista de aspirantes y seguramente hasta favorito tiene. López Obrador es el gran titiritero, no le pidamos que gobierne, porque ahí es un fracaso. Lo suyo es la campaña y se los está comiendo.
Con el afán de blindarse para que no hubiera intervención de Palacio Nacional, su método es un enredo. Ni los opositores quedaron conformes con la forma. Pero seamos serios, Va por México tendrá candidato unos días antes que el partido del presidente. Si hoy fuera la elección, perdería incluso contra la “corcholata” más débil. Sigan haciendo sumas alegres que por ahora no les sirve de nada. Pobre, pobre oposición, y pobre país atrapado entre estos y los morenos… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Robo a joyerías, en plena luz del día, y con la tardía llegada de las autoridades, esa es la ciudad que nos dejó Claudia Sheinbaum…
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Hasta la próxima.
