En las redes sociales circula un video de dos presuntos extorsionadores del Centro Histórico de la Ciudad de México, uno incluso se da el lujo de comprar una jícama con chile en un puesto ambulante antes de pasar a cobrar el derecho de piso a un comerciante. Luego el extorsionado sale para intentar detenerlos, pero quedó lesionado. Los maleantes escaparon en una motocicleta; la víctima perdió la vida.
Eso sucede a unos metros del despacho de Claudia Sheinbaum, quien todavía es la jefa de Gobierno. Esas historias se repiten una y otra vez en la capital del país.
Hasta el día de hoy no existe un marco normativo que impida a los servidores públicos que fueron electos abandonar el cargo para irse a hacer campaña y después hacerse de otro puesto en la administración pública.
Es difícil legislar en la materia porque han encontrado una buena forma de vivir a costillas del erario y ejemplos hay muchos. Aquí se lo dije, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum ya anunció que deja la Jefatura de gobierno porque el presidente Andrés Manuel López Obrador ya le soltó la cadena
Por fin se va a la campaña anticipada, pues falta casi un año para la elección de 2024 y deja tirada a la ciudad en medio de una crisis.
Que conste que no se trata de mala voluntad contra la científica. La evaluación es muy sencilla para los que caminamos las calles y viajamos en su transporte público como el Metro, que suma cada día más siniestros ocurridos en sus estaciones
También está el problema de los microbuses destartalados y los que sufren asaltos; tan sólo en 2022 se contabilizaron 4 mil 195. Las extorsiones han aumentado 47% o no hablar de la violencia de género.
Todos esos problemas no se pudieron resolver. Bueno, ni un árbol pudo cuidar en Paseo de la Reforma porque terminó por secarse, quizá como premonición de su carrera política y su campaña rumbo a la candidatura presidencial.
Aquí se lo dije, Marcelo Ebrard se convirtió en el catalizador que hizo que López Obrador descubriera sus cartas. Los orilló a pedir licencia o la renuncia y de paso le movió el piso a Sheinbaum porque no tiene seguridad de nada, sobre todo con el pésimo papel en la elección de 2021, cuando perdió nueve alcaldías y que, según las mediciones, si hoy fuera la elección en la Ciudad de México, difícilmente los Morenos conservarían la jefatura de Gobierno.
Tendrían seguras alcaldías como Iztapalapa e Iztacalco, las demás son un volado para quien da cátedra de buen gobierno en otras entidades.
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Sin lugar a dudas, la científica deja un Metro que se cae a pedazos, peligroso y con poca inversión, claro que se está renovando la Línea 1, pero le faltaron otras 11. No hay fecha exacta para la apertura de la trágica Línea 12 y por más presión que hacen los opositores en el Congreso local, simplemente hacen oídos sordos y no tiene para cuándo.
Lo mismo sucede con la ampliación de dos estaciones más que debe conectar a Observatorio con el Tren México-Toluca. Pero insisto, hay que viajar en Metro para sentir el mal olor de las estaciones, padecer las inservibles escaleras eléctricas como en la estación Camarones.
Además, basura, bebederos que se convirtieron en chatarra, acoso sexual, venta de todo tipo de productos. Ese no fue el Metro que prometió cuando fue candidata. Eso sí, ya hasta reclutó a un exdirector para que le sirva de tiraflechas en contra de Marcelo Ebrard sobre la Línea Dorada, porque con ese tema se van a dar con todo.
Pero como le decía, López Obrador ya le dio permiso y será el viernes cuando se vaya. Ya le preparan una fiesta en el zócalo por aquello de la guerra de porras que se traen, mientras tanto los capitalinos tenemos otro mal gobierno, incluso peor que el de Miguel Ángel Mancera que ya es mucho. Así quiere gobernar Claudia a todo el país.
Digámoslo como es: no se trata de un tema de machismo ni de género, debe ser única y exclusivamente de capacidades para ser un administrador público y en eso Claudia Sheinbaum le debe a la ciudad… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
De nuevo López Obrador incumple su palabra y con la autoridad al negarle el derecho de réplica a la senadora Xóchitl Gálvez, aunque también es un tema mediático y publicitario. Pero cuando López Obrador juega al conductor de televisión y radio hay una normatividad, no es un tema menor. El presidente sigue aplicando aquello de “no me vengan conque la ley es la ley”.
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Hasta la próxima.
