Es una declinación extraña, porque en realidad no ocurrió. Sí, el Partido Verde anunció que se suman a la candidatura de Armando Guadiana, pero el candidato Lenin Pérez seguirá en campaña y con el respaldo de liderazgo locales.
Lenin Pérez, quien fue alcalde de Acuña, tiene su propia organización, la Unidad Democrática de Coahuila, por la que también es postulado. El todavía aspirante del propio Partido Verde, porque no se le puede remover y mucho menos sacar de las boletas, tiene la fuerza suficiente para no dejarse.
Para efectos prácticos, el apoyo que la dirigencia nacional del Verde le puede proporcionar al candidato de Morena es muy limitada.
Lo que se buscaba, en todo caso, es un efecto propagandístico, pero no salió como se esperaba, porque los rechazos a Guadiana se hicieron todavía más evidentes.
El abanderado de Morena, después de todo, es lo más lejano a cualquier ambiente ecologista. Es empresario de la industria del carbón, con la que se produce una de las energías más sucias y, para colmo, es empresario taurino. Esas dos vertientes de sus actividades fueron las que hicieron imposible que lo respaldaran los verdes en principio y por ello optaron por Lenin Pérez.
En realidad, las explicaciones a lo ocurrido hay que buscarlas en las presiones de Palacio Nacional a los que son sus aliados o pretenden continuar siéndolo. La instrucción es apoyar a Guadiana, aunque sea como invertir a fondo perdido.
Pragmático, como es el senador Manuel Velasco, optó por sacar provecho de las amenazas y ya amarró que lo incluyan entre los aspirantes de la 4T a la presidencia de la República, pero, sobre todo, la promesa de diversas posiciones para su organización en la contienda del 2024.
Mario Delgado podrá decir que siguió la instrucción y sumó a los Verdes a una candidatura muy venida a menos. No lo hizo en términos concretos, porque en Coahuila los integrantes de ese partido no le harán mucho caso.
Con Ricardo Mejía no resultaron las presiones contra él y el PT, quienes se mantuvieron firmes en su determinación de no ir con un candidato como el de Morena.
En realidad, lo ocurrido es un efecto bumerán que golpea a Guadiana. Se opera para tratar de respaldarlo y lo que ocurre en una suerte de ruptura, una especie de desbandada, que debería hacer reflexionar sobre lo que cuestan errores que vienen desde la postulación misma.
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Trataron de afectar a Manolo Jiménez, el abanderado del PRI-PAN-PRD, pero al final todo esto le redituará, porque lo que se percibe, es que en Morena existe tal desesperación que ya hipotecaron candidaturas del futuro, en una deuda que no podrán pagar en Coahuila.