El senador Ricardo Monreal sigue estirando la liga que lo mantiene, todavía en las filas del partido del presidente. Pero eso no significa que sus detractores no sigan trabajando para darle el último empujón que necesita para sacarlo de Morena, aunque el zacatecano se aferra a quedarse.
No obstante, seguramente sabe que de permanecer ahí le van a negar lo que busca, que es la candidatura para el 2024. Antes que Monreal y las encuestas en los afectos del presidente, está Claudia Sheinbaum y Adán Augusto.
Aunque ya no desayune tamales de chipilín con López en el despacho presidencial, el zacatecano ha sabido comportarse a la altura de las circunstancias. Le ha pasado sus reformas y hasta la designación de la titular de la CNDH Rosario Piedra Ibarra cuando no tenía los votos necesarios. Ha sido mesurado y le ha dado resultados prácticos al inquilino de Palacio Nacional como en la reforma para que las Fuerzas Armadas estén en la calle haciendo tareas de seguridad hasta el 2028. Se ha movido al filo de la navaja.
Se fajó en un duelo con la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que dio a conocer información de sus propiedades y conversaciones, como lo hizo con Alejandro Moreno, a quien empinaron para votar como se le dio la gana al secretario de Gobernación. Pero Monreal no es “Alito” y conoce las tripas del movimiento, a los actores, y seguramente tiene información que pondría a temblar a más de uno de los incondicionales de López pues ha caminado años con ellos.
Así, el zacatecano le ganó la partida a Sansores con la ley en la mano y ya no podrá nombrarlo en su “martes del jaguar”. Seguramente el mensaje le llegó a Claudia Sheinbaum, quien es la autora intelectual del ataque. Tiene urgencia por desactivar la posibilidad de que se vuelva precandidato; se sabe estancada porque el otro se sigue moviendo, haciendo amarres hacia dentro del Senado, con diputados y líderes del partido. Eso obstaculiza a Claudia que no se mueve sin permiso de su mentor.
Ya lo dijo Ricardo Monreal, en diciembre anunciaría su salida o permanencia en Morena. Aunque faltan 12 días para llegar a ese mes, el catalizador para decidir puede ser la Reforma Electoral, que se les está calentando. La marcha no fue poca cosa y López Obrador está muy enojado, tan es así que ya anunció que el próximo 27 de noviembre encabezará una marcha, sobre todo porque Monreal dijo que no votará “una reforma regresiva” y 81 de 128 senadores le dieron el respaldo al zacatecano.
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Como suele suceder, López Obrador dijo que cuenta con el apoyo de los senadores y, sin nombrarlo, el mensaje llevaba destinatario. Así continúa el juego de vencidas entre el tabasqueño y el zacatecano, aunque parece obvio quién ganará la partida. Monreal seguirá con su estrategia y en unas semanas estará anunciando su salida. Varios senadores, como Miguel Ángel Mancera, ya lo promueven en sus partidos y no les disgustaría que encabezara una alianza… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.
