El argentino César Luis Menotti, mejor conocido como “El Flaco”, de 83 años, es un hombre que irradia placer por el balompié. Tenía la osadía de hacer de una practica de futbol una danza con la pelota; contaba con la capacidad de meterse en los sentimientos de sus pupilos, muchos lo llegaron a considerar como su progenitor en el mundo del futbol.
Pero este gusto también se combinó con la lectura, era una ávido lector. Considerado como uno de los mejores entrenadores pensantes; preciso en sus expresiones verbales como en el terreno de juego.
Luis Menotti es referencia como entrenador; los elementos centrales que implementó en los equipos que dirigió de 1970 al 2007 era tener un juego técnico, estético y de posesión, buscaba el juego colectivo y de ataque, además darle un buen trato al balón.
Cuando fue director de la sección mexicana (1991-1992) fue enfático:
“Mi objetivo es el de toda la vida: armar un equipo protagonista y meterme dentro de los sentimientos de la gente de México. Yo vengo aquí para ser campeón del mundo, no para perder el tiempo”.
Estas y otras son frases que han marcado a sus pupilos, no siempre ha hilado triunfos, su carrera también está marcada por derrotas.
Se dice que las prácticas se convertían en una danza de la pelota, una forma de irse metiendo en los sentimientos de los jugadores, y este tenía que ser proyectado con el rival y con la afición.
Los sentimientos tenían que estar a flor de piel en cada uno de los partidos. Los gritos, los silencios y el jolgorio en cada partido eran el cántico de fondo.
El Menottismo ha marcado más allá de una época, una cicatriz en el futbol técnico y táctico a nivel mundial.
En el libro de “Los 11 poderes del Líder”, escrito por su pupilo Jorge Valdano destaca que Menotti anteponía el buen trato al balón y el juego en conjunto, combinándolo con un excelso trabajo de motivación; esas eran las claves entrenador.
En el libro, Valdano comparte una vivencia futbolística; un simple comentario le sacudió su visión ínfima como jugador, y le reconoce a Menotti sus dotes de motivación.
“César, los alemanes son fuertísimos”, le dijo.-
“-¿Fuertes? No diga bobadas. Si a cualquiera de esos rubios los llevamos a la casa donde usted creció, a los tres días los sacan en camilla. Fuerte es usted que sobrevivió a toda esa pobreza y juega al futbol diez mil veces mejor que estos tipos”, le replicó Menotti.
Valdano comenta que este simple comentario le resolvió sus dudas y cambió totalmente su percepción como jugador. “Simplemente los europeos dejaron de asustarnos”, asimismo lo considera como el mejor técnico del mundo.
René Houseman llegó a comentar que Menotti fue su padre futbolístico, sin ataduras, resalta que los hacía sentir mejor que en casa.
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Por otro lado, también recuerda la experiencia de Maradona; Menotti al principio fue juzgado y después le reconocieron su decisión; dejó al astro argentino fuera del mundial de 1978.
“No se te borra nunca”. “Recuerdo con dolor aquella vez que tuve que separar del Mundial de 1978 a varios jugadores, más allá de la exclusión de Maradona, que yo sabía que iba a llegar lejos y que iba a jugar otros Mundiales, había jugadores para quienes era su única oportunidad de jugar un Mundial“.
Sin embargo, el protagónico de “la mano de Dios” se confesó admirador de Menotti, aunque reconoció que le guardaba cierto rencor por aquella decisión:
“Ese día, el más triste de mi carrera. Juré que iría por la revancha. Fue la desilusión más grande de mi vida, lo que me marcó para siempre. Yo sentía en mis piernas, en mi corazón y en mi mente que yo les iba a demostrar que iba a jugar muchos Mundiales. Eso mismo me decía Menotti, pero yo no entendía sus razones”.
En ese mundial, Argentina se coronó campeón del mundo.